sábado, 17 de diciembre de 2005

Los dientes del dragón, de Juan Eslava Galán

 Los Dientes del Dragón
Juan Eslava Galán
Devir - Fábula Arcana
423 pp
 

Argumento:

En el siglo XII a un grupo de templarios le es encomendado el rescate de una elfa que está en manos de un tal Muley Oman, que la quiere como esposa. Cuando están metidos en harina escuchan una conversación sobre la Mesa de Salomón, un objeto mágico que supuestamente da muchos poderes. Se lo cuentan al Papa y este decide organizar una expedición para lograr la maravilla y así poder ganar las Cruzadas. Forman parte del grupo de elegidos un templario veterano llamado Lucas de Tarento, el escudero Guido, un cura llamado Cantacuzano, el criado Pedro "El Raposo", la elfa rescatada de antes que no se sabe para qué va pero va, un enano de miembro superdotado y un semiorco. Pero resulta que también los enemigos de la Iglesia, la Abominación, es decir los fieles de la antigua Diosa, encarnados en el mago Asmodeo y su lacayo el asesino Sven Le Berg van detrás de las piedras necesarias para acceder a la Mesa... Así que entre prostíbulo y prostíbulo y cada grupo por su lado, van detrás de las piedras, matando dragoncitos y demás bichos...


Comentario:

El argumento de esta novela es prácticamente igual que el de "Los Falsos Peregrinos" del mismo autor; es más, hasta los personajes principales tienen parecidos sospechosos, lo cual le quita, ya de entrada, una buena parte de interés. Como en la otra novela hay un asesino sin escrúpulos que mata por donde quiera que va, un tal Sven Le Berg, calcado del Lotario de Voss de los "Peregrinos". Hasta en la descripción física son similares: guerreros rubios y germánicos. También hay un templario "que conoce la verdad" acerca de la religión católica y de la familia de Jesús y María Magdalena; un guerrero joven y virginal, Guido, cuya única misión es la que tenía el ayudante Lucas en la otra novela, es decir, ser casto y puro y sentir amor verdadero hacia el único personaje femenino, la Elfa, y protagonizar melosas escenas... Y el criado "que sabe de la vida" y es simple, llano y primitivo, también copiado del criado de los Peregrinos, (y con el mismo final)

La novela se inicia también como la otra, en el entorno de las Cruzadas. Hay muchas escenitas de batallas y de duelos a espada, que son relatados con minuciosidad; no gasta el mismo número de palabras, sin embargo, en tratar de dotar de consistencia o de personalidad a sus personajes, quitando cuatro rasgos distintivos que los identifican.

La prosa es simple y facilona, pero se lee bien, aunque poco a poco se va haciendo más pesado y te entran ganas de terminar de una vez. Claro que cuando llegas al decepcionante final lamentas casi haber perdido el tiempo. Como en otras novelas de Eslava Galán, el final es con mucho, lo peor. Además, te habla de esa supuesta Mesa de Salomón que buscan los personajes pero apenas la describe y tampoco es que sea un objeto al que luego se saque mucho partido. Por otra parte, no es la primera vez que este mito surge en la obra del autor. Creo recordar que ya la citaba en "La lápida templaria". Quien haya leído varios libros de Eslava Galán sabe a qué me refiero: es muy repetitivo en los temas, que si los templarios, que si la Mesa (sobre la que escribió incluso un ensayo), y sobre todo el rollo de la María Magdalena y su estirpe.

Aunque se supone que el espíritu de la novela es utilizar los mitos mediterráneos y europeos para hacer una novela de fantasía, creo que se queda corto en el empeño. Más que fantástica, parece una novela de aventuras ambientada en tiempo histórico, muy poco homogénea y bastante caótica. Es cierto que aparecen Tarascas, largartos gigantes, dragones y los personajes hacen vuelos estilo Harry Potter para salvar largas distancias, pero no tiene "magia" ni el encanto de lo maravilloso que siempre está presente en los verdaderos mitos. Un factor que contribuye a acrecentar esta sensación es el humor chocarrero y chabacano que tiñe todo el texto y hace sospechar lo poco en serio que se toma el autor esta historia, que en el fondo es una variación sobre el mismo tema de otras novelas suyas, o casi un autoplagio.

El hecho de meter en el grupo un enano, una elfa y un semiorco no se entiende mucho, ya que ninguno de ellos tiene una participación efectiva en la trama principal y más bien están, el primero y el tercero, para ser alivio cómico (demasiados alivios cómicos en esta novela, también hay que incluir a Pedro el Raposo y casi en ocasiones, por lo paródico y obtuso de su maldad, a Sven le Berg) Hay capítulos enteros, o largos fragmentos, que no tienen ninguna relación con el argumento y son utilizados por el autor para dar sus típicas lecciones magistrales acerca de los temas que le son caros y la típica estructura del sabio/maestro contestando a las preguntas del cándido aprendiz.

Mención aparte del "humor",  en un noventa y nueve por ciento de tipo sexual o escatológico.  Hay un capítulo de puro relleno donde se nos muestra al enano yéndose de putas, mientras el semiorco y otro de su especie ridiculizan a la religión católica de un modo muy poco sutil. Es un humor muy grueso(sobre todo el sexual).

Algunas muestras:
"Aquel caserón inhóspito, hubiera parecido deshabitado si no fuera por los certámenes de pedos y eructos que organizaban en las cuadras Gorgo y Grontal"
"Sobre todo evitaba la mancebía, donde, al parecer, los alguaciles buscaban a un enano que había inhabilitado por cinco semanas, eso dijo el médico que cosió los desgarros a las tres mejores coimas del cuñado del jefe de policía, un rufían tracio a cuyo cuidado estaban la famosa cortesana Expira Frígida (antes Expira Candente), y sus amigas la Holgada y la Berrienda.
-Con esos datos que me das y sin tenerlo fichado, difícil veo que le podamos echar el guante -decía el comisario- porque en esta época del año, con las ferias de san Teotecopopos, Constantinopla está llena de enanos forasteros.
-¿Qué más señas particulares queréis que el miembro viril que tiene este delincuente? -protestaba el tracio-. Es de tales dimensiones que sobre esa picha perchaban los siete halcones del emir Halufo.
-¿Percharon los siete? -se admiraba el jefe de la policía.
-¡No, hombre, no percharon, es una comparación! -se sulfuraba el tracio-. ¿Cómo van a perchar en una picha sensible los siete halcones, con esos garrones afilados que gastan?"
"Después de examinar todas las anotaciones se decidió por una tal Expira Candente que había escrito: "Rubia cachonda. Viciosa. Trasero de trece palmos de latitud. Tetas espectaculares. Chocho loco. Culo tragón. Lluvia dorada. Consolador. Chupo agujeros oscuros.Trago leche. Me gustan grandes y gordas""

Y así toda la novela... Cualquier momento es bueno para hablar de putas, miembros viriles...

Otra cosa destacable es que es muy reiterativa. Se supone que tienen que conseguir ya no me acuerdo si son doce o diez piedras de Dragón, y hay episodios de captura de piedras o derrota de monstruo muy similares.

También "recrea" u "homenajea" la famosa escena de Perceval llegando al palacio del Rey Pescador, casi literalmente...

En fin... Una novela con un propósito interesante, pero que se malogra por la falta de una trama más emocionante, el exceso de choteo, personajes tópicos, escenas que no vienen a cuento y un final que te deja fría... por lo malo. Solo para MUY incondicionales de Eslava Galán o bien fans de Dragonlance y similares que se traguen todo lo que contenga al menos un enano y un elfo.


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domingo, 11 de diciembre de 2005

El caso Karen, de José Ángel Mañas

 El caso Karen
José Ángel Mañas
Ediciones Destino - Colección Áncora y Delfín
226 pp 


 
Argumento:

La escritora Karen del Corral, con una sola novela publicada, se ha convertido en superfamosa. Sale en todos los debates de TV, vive inmersa en fiestas con mucha droga, tiene una vida sexual promiscua y se porta de un modo totalmente engreído. Vamos, que se le ha subido la fama a la cabeza y se cree la octava maravilla a pesar de las críticas negativas. A punto de salir su segunda novela, "El mundo de K", y después de una fiesta en su casa, la escritora aparece muerta en la calle. Dado que también sufría ciertos desequilibrios mentales (tomaba prozac, entre otras cosas...) lo primero en que se piensa es en el suicidio. Pero un testigo vio salir de su casa a un joven teñido de rubio...  Los policías Duarte y Pacheco harán investigaciones en el círculo de la difunta. Sospechosos no faltan: Velasco, su ex novio, un director de cine gore; Pilar, una rival literaria; Ferrater, un editor con el que estuvo liada; la mujer de éste; Constantino, un profesor universitario que escribe una tesis sobre ella...


Comentario:

Lo que más destaca de esta novela es que se trata de una historia de género negro (una muerte y su investigación) contada con técnicas narrativas novedosas. No novedosas porque no se hayan visto nunca, sino porque no suelen verse en relatos policiales.

Tales técnicas, que incluyen transcripción de las novelas de la difunta Karen del Corral, un personaje hablando en segunda persona; multiperspectivismo, continuos cambios de enfoque, fragmentos de crítica literaria, etc... a menudo confunden más que ayudan a armar el rompecabezas. 

Por ejemplo, hay varias escenas, que se muestran intercaladas con las otras en las que se ve a uno de los policías con sus relaciones homosexuales; o escenas que parecen de película de gángsters, con torturas, tráfico de drogas, trapicheos,  narcotráfico de Galicia. Los trozos de la novela de Karen (que no se explica con claridad que lo sean, aunque te lo imaginas) se revelan muy pronto como autobiográficos, aunque la verdad, tampoco es que tengan mucho sentido en la trama (sí como estructura, ya que el libro de Mañas también es "transcripción" de una realidad encubierta bajo nombres falsos, lo cual crea un curioso juego metaliterario).
"Había una relación demasiado directa entre su vida y su literatura sin que quedase demasiado claro cuál de las dos influía más en la otra. Todo lo que vivía afloraba en sus novelas, pero también su pasión por la ficción la llevaba a menudo a interpretar a sus propios personajes."

También hay una cierta ironía o burla descarada acerca de la crítica literaria, que es la única misión que tiene la transcripción de la tesis del profesor universitario, a mi modo de ver...

Como una buena parte de las novelas de género negro, la investigacion sobre la muerte es la excusa para la descripción de unos tipos o arquetipos enmarcados en un mundo cerrado, en este caso el literario. Mañas lo confiesa en la novela, en boca de otros personajes:
"Tu relato, para que el público lo pueda entender, es, y corrígeme si me equivoco, una sátira del mundo editorial, sólo que en clave de novela negra y con algo del género fantástico, pero que retrata a la perfección y con una lucidez admirable los entresijos de lo que se cuece anualmente en los pasillos de Frankfurt, en esa "feria de las vanidades", como la llamas..."
"Yo entiendo que el argumento y las triquiñuelas narrativas son las argucias, casi diría la máscara, que un escritor utiliza para exponer sus opiniones sobre ese fascinante enigma que es la naturaleza humana..."

Tampoco se priva de ofrecer la visión contraria:
"El argumento a ti no te importa, pero al lector seguramente sí"

El autor hace continuas referencias a escritores reales (Armando Sala ¿Gala?), editores, agentes literarias (Carina Martinell, la agente más poderosa ¿Carmen Balcells?), personajes de la TV, críticos, que la mayor parte de las veces, excepto para los que estén muy metidos en ese mundo, se pierden. La misma protagonista, Karen, tiene una cierta similitud con la mediática Lucía Etxebarría, similitud que el autor no niega.

Si el mundillo literario es tal y como Mañas lo pinta, la verdad es como para echarse a correr. Drogas, fiestas, autores fatuos y super-creídos, pedantes "creadores" alternativos, juergas, gente a la que se le sube el éxito a la cabeza y empieza a crearse "personajes"; autores inventados por el marketing y cuya calidad literaria es más que cuestionable.

A este respecto, todos los personajes que aparecen me han caído fatal, aunque personalidad (si es que a su comportamiento se le puede llamar así) solo se atisba un poco en Karen, y precisamente porque es tan calcada a Lucía Etxebarría (en lo que se conoce o conoció de ella en la TV) que no puedes evitar "verla" en acción.

La resolución del misterio no destaca por su originalidad y se ve venir, aunque supongo que eso no era lo importante.

Ambiciosa, y con algunos ciertos, loable intento de darle un aire nuevo a una historia vieja, se queda sin embargo, en un conjunto no muy bien trabado, confuso en ocasiones, y cuyo mayor interés es el morbo de ir reconociendo a los diferentes personajes que se citan bajo nombre supuesto (¿Quién será ese autor argentino llamado Washinton Tostón?)

Interesante para quien quiera leer una novela negra "diferente", con pretensiones de "mainstream", y para gente con vocación de escritor o integrada ya en el mundillo.
José Ángel Mañas


Mañas, aún recuerdo cuando iba de superguapo y criticaba a Prada por ser feo, juas, juas, juas...


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jueves, 8 de diciembre de 2005

Vals de Mefisto, de Sergio Pitol

 Vals de Mefisto
Sergio Pitol
Editorial Anagrama - Narrativas Hispánicas
125 pp
 

Argumento:

Se trata de cuatro relatos:

Mephisto- Waltzer
Una mujer separada de su marido lee un relato que él le envía, trufado de referencias musicales y artísticas.

El relato veneciano de Billie Upward
Billie Upward es una escritora, autora de Closeness and Fugue, un libro de esos de "qualité" que no lee nadie. El autor nos cuenta la trama, que versa sobre una chica, Alice, a la que sus padres envían a estudiar a Suiza y va en viaje de fin de curso a Venecia, donde le suceden ciertas aventurillas.

Asimetría
Dos hermanas mexicanas recuerdan a su padre asesinado.

Nocturno de Bujara
Extraño y surrealista viaje a Samarcanda.


Comentario:

Como ya se habrá visto por los resúmenes que he hecho, no es fácil contar las "historias" que narra este libro de relatos, ya que la trama es mínima, y eso que en uno de ellos, en boca de uno de los personajes, se habla de la necesidad de que la prosa esté al servicio de la trama.

Está claro que quien abra este libro y disfrute de él será por razones ajenas al argumento, como pueden ser la magia, su sentido de la maravilla, el surrealismo, el gusto por el viaje imaginario, la metaliteratura.

No puede negarse, en ese sentido, que Pitol ha creado un libro muy bonito, que recuerda a Borges, o a Calvino (por las menciones a las ciudades), quizás un poco menos intelectual, pero aún demasiado abstracto, demasiado cerebral, erudito y complejo como para que sea asequible a los lectores normales. Además, está repleto de referencias tanto de la música como de la literatura, la mitología, etc.

En el primer relato, por ejemplo, y para mantener la coherencia, se echa mano de la música.
"Hay en el relato (abre la revista, busca el párrafo para convencerse de su existencia, y, al comprobarlo, suspira complacida) una referencia pasajera al concierto oído por ambos en París después de su matrimonio y comprueba que su abatimiento ha sido tal que basta ese mínimo signo para por el momento sentirse homenajeada. El narrador (porque Guillermo crea una distancia entre él y su relato a través de un narrador, mexicano como él, y también como él residente por un breve tiempo en Viena) se refiere al concierto en que oyó por primera vez al pianista y recuerda que, en el momento en que se levantó para agradecer los aplausos, su mujer -sí, ella, la que tendida en la litera de un vagón de ferrocarril viaja de Veracruz a México y lee una revista literaria-, al ver las sienes bañadas de sudor del pianista, comentó (aunque en el momento en que lee está casi segura de no haber dicho tal cosa) que el efecto de esas gotas que se le deslizaban por las sienes y bañaban sus mejillas le hacía pensar en el rostro de un joven fauno que volviera de hacer el amor"

En el segundo, se recurre a la literatura, en especial a la obra de Shakespeare, "El sueño de una noche de verano", al hacer aparecer a personajes que llevan el nombre de Titania, reina de las hadas o de Puck. El cuarto relato es el que más me ha recordado a Italo Calvino y su obra sobre las ciudades imaginarias. En el libro hay una curiosa mezcla de realidad y fantasía; está lleno de descripciones de lugares, ciudades, edificios, citas culturales...

El estilo es limpio y elegante, muy sugerente, que varía entre lo puramente narrativo y el ensayo, un poco al estilo de Joan Perucho. La prosa es casi lo que más me ha gustado, dado que en ningún momento me he metido en el texto. Tiene un aire arcaico, como de Las mil y una noches, con historias dentro de otras historias que se mezclan y entrecruzan, y a mí particularmente, me confunden; una importancia de las ciudades con nombres de resonancias evocadoras (Viena, Venecia, Samarcanda, etc)

Como ya dije antes, todo tiene un sentido muy metaliterario: así pues habla de cierto personaje, y nos cuenta lo que ese personaje escribe, como una muñeca rusa.
"Un escritor navega siempre al borde del naufragio cuando trata de recorrer todos los tiempos que han compuesto no sólo a Venecia sino a la más polvorosa y deslucida ranchería. Y Billie no se libra por entero del ridículo y de los peligros de una retórica un tanto hueca. La protagonista ve a su acompañante salir de una función de ópera del brazo de una diva que ha cantado una Norma perfecta y a quien va a estrangular horas después en esa misma góndola funeraria; lo reconoce cuando es un griego de Siria que intenta hacer subir a las hijas de un notario a su bajel con el pretexto de mostrarles unos paños finísimos; lo descubre en el momento de espiar en el baño a sus primas y también en aquel en que con devota unción asiste a las exequias de su primera amante. De pronto se insinúa el amanecer en la laguna. A medida que la góndola avanza bajo una lluvia de oro, Venecia se despoja de su abigarrada historia. Las fachadas se asemejan cada vez más a las de la primavera de 1928; la máscara del gondolero ya no existe, y el joven que viaja a su lado se deshace del espectro de todos los hombres que esa noche ha sido para ser solamente el esbelto muchacho de talle deportivo, pómulos prominentes y dientes infantiles."

Hay mucho artista, mucho escritor, pianistas, y demás élites intelectuales, sumidos en su búsqueda y recreación de la belleza y esas cosas con las que las personas normales no solemos identificarnos. Eso no significa que el libro esté mal. Es un libro muy bien escrito, hermoso, con una prosa elegante y culta, pero desde luego no es para todos los públicos. Ideal para quien busque una lectura de sosiego, de evasión a mundos sofisticados y surrealistas compuestos a partir de las creaciones culturales de Occidente. 

Sergio Pitol fue galardonado con el Premio Cervantes 2005.


Algunas obras:

No hay tal lugar (1967)
Infierno de todos (1971)
Los climas (1972)
El tañido de una flauta (1973)
Asimetría (1980)
Nocturno de Bujara (1981)
Cementerio de tordos (1982)
Juegos florales (1985)
El desfile del amor (1985)
Domar a la divina garza (1988)
Vals de Mefisto (1989)
La casa de la tribu (1989)
La vida conyugal (1991)
El arte de la fuga (1996)

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