miércoles, 31 de marzo de 2010

La alternativa del escorpión, de Fernando Ugeda

 La Alternativa del Escorpión
Fernando Ugeda
Editorial Algaida
368 páginas


Argumento:

Una modistilla aparece muerta en su cuarto alquilado con un cuchillo en el corazón. Tanto testigos como circunstancias apuntan a Lord Herrington como autor del crimen, pero el inspector Angell, que se encarga del caso, no lo tiene tan claro...

Comentario:

Aunque ya he dicho varias veces que la novela negra no es mi género favorito por las limitaciones que implica, trato de comentar las obras encuadrables en él ciñéndome a criterios lo más objetivos posibles. En este caso, la historia que cayó en mis manos puede decirse que cumple al cien por cien con lo que se espera de ella. Y me ha resultado entretenida especialmente el final.

En primer lugar, destaca la excelente prosa del autor, sencilla pero efectiva, sin traicionar una cierta vocación de estilo personal, manifestada en un tono elevado, que está en boca de todos los personajes de la novela, incluidos aquellos que en principio parecen más del "pueblo" como la mujer de la pensión. La narración, en primera persona, realizada por el inspector que se ocupa de las averiguaciones del caso de asesinato, aparece trufada por reflexiones filosóficas, que, a mi modo de ver, algunas veces están un poco de más, pues no se las ve muy relacionadas con el asunto principal y ralentizan el ritmo. Sin embargo, el resto está muy ajustado y no da la impresión de que sobre ni falte nada. Por usar una manida metáfora, las piezas encajan como en un mecanismo de relojería, lo cual, por otro lado, podría quitarle espontaneidad a la trama, en beneficio de lo "canónico". La estructura es casi perfecta, muy pura y limpia.

Los diálogos son destacables, y aunque podría achacárseles un cierto tono literario, en el sentido de artificioso, resultan muy ingeniosos, e inteligentes.

En cuanto a los personajes, hay solo unos pocos, pero están correctamente perfilados. El inspector que narra esta historia desde su presente, cuando es viejo, y todo su pensamiento es pesimista y está centrado en reflexiones sobre la muerte, a veces resulta un poco antipático. Un hombre sin mujer, hijos, asocial y serio, que recuerda una juventud donde se encontraba lleno de energía y ganas de progresar en su profesión, y averiguar la verdad, aun en contra de las órdenes de sus superiores y las rígidas estructuras sociales que convertían en intocables a aristócratas y otras élites.

También me ha gustado Archibald (escrito Archibal en el libro, lo cual yo creo que es erróneo), el amigo del alma del acusado de asesinato; está muy bien descrito lo que representa y su fidelidad hasta la muerte. La testigo principal, la dueña de la pensión es el personaje más "novelesco" y por ello quizás el más artificial y literario, pero no queda mal.

Como toda novela policiaca que se precie, en primer lugar se nos expone el caso (el lugar de los hechos, el cadáver y las circunstancias en las que ha aparecido, etc) y posteriormente, el policía recoge diversos testimonios de personas relacionadas con la interfecta. Aprovechando la coyuntura, se hace una disección de las clases altas londinenses de finales del siglo XIX, tiempo en el cual se ambienta la novela, de su clasisimo, sus caducos ideales, etc. En el desenlace, escrito en tercera persona está la clave y explicación del enigma, el cual me ha parecido bastante ingenioso, aunque algunos detalles ya los había imaginado, puesto que el autor, como debe ser, da las pistas necesarias para que los lectores traten de atar cabos por sí mismos. He de reconocer que varias de las cábalas que había hecho fueron erróneas, y que el autor logró sorprenderme. Pero no con un "conejo sacado de la manga", como hacen algunos autores  sin criterio, sino con casi la "única solución posible y lógica", algo que tiene mucho mérito dados los pocos elementos con los que cuenta.

El final es lo que más me ha gustado, porque en él se rompe un poco la frialdad, y se da paso a la pasión, el amor, muy del gusto romántico (entendido como corriente literaria) por sus connotaciones, que no voy a descubrir. Todo el desgarro del amor prohibido, de la amistad al límite, de la hipocresía social, se nos pone de manifiesto en estas páginas un poco diferentes del resto de la narración.

En suma, una novela policiaca de manual, perfectamente trabada y encajada, con una trama sencilla y pocos personajes, pero bien resuelta, bien escrita, y bien ambientada, con pocos detalles de la época pero suficientes.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Infiltrado, de Connie Willis


T.O.: Inside Job, 2005
Editorial: Ómicron
Traducción: Pedro Jorge Romero
94 páginas
12 €

Argumento:

Rob, un escéptico desenmascarador de falsos médiums comienza a investigar un caso que ha encontrado Kildy, su entusiasta colaboradora, en el que Ariaura Keller, canalizadora de la entidad espiritual Isus, comienza a manifestar reacciones curiosas.

Comentario:

Con una extensión que quizá se ajustaría más a la de un relato largo que a la de una novela corta, "Infiltrado", relatada en primera persona por su protagonista, Rob, el escéptico director de la revista "El Ojo Cínico", dedicado a desenmascarar a todo tipo de médiums, canalizadores y similares, la obra es un relato ligero, aderezado con diálogos ágiles e inteligentes, que no parece tener demasiadas pretensiones. Ni siquiera se recrea en la crítica y/o denuncia de quienes llevan a cabo este tipo de seudociencias o las personas que les creen, más allá de mostrar la facilidad con la que aceptan hasta las mentiras más absurdas y menos elaboradas o cómo consiguen que se desprendan de importantes cantidades de dinero.

Junto a Rob, Kildy no es sólo la bella y rica actriz con gran encanto personal que sirve como interés romántico del héroe, sino que tiene parte activa e inteligente en una trama que parece situarse en la realidad de otras obras de la autora, como "Remake", en las que un Hollywood descrito como frívolo y superficial forma parte de la historia. 

La canalizadora Ariaura, una farsante que actúa según los tópicos más clásicos, y la entidad que se manifiesta a través de ella, Isus, quedan pronto eclipsados por la irrupción del espíritu del conocido escéptico y crítico de las seudociencias Henry Louis Mencken, a quien la autora utiliza tanto para que Rob ponga a prueba distintos métodos para intentar desenmascarar a Ariaura como para crear situaciones  ingeniosas, emocionantes y paradójicas en la duda de si se trata de un espíritu verdadero o una forma de fraude cuando menos original: ¿De qué sirve a Ariaura crear un engaño basado en desvelar que es una impostora? Si es Mencken y ha regresado para desenmascarar a las personas que falsifican distintas habilidades psíquicas, ¿cómo puede hacerlo sin demostrar al tiempo que realmente existe?

Paso a paso la autora va creando un clima de creciente interés en el que Rob pronto comienza a debatirse entre el empeño de demostrar un engaño que cada vez le parece más complejo e incluso personal, y una creciente duda, casi deseo, de que Mencken sea realmente quien asegura, sin descuidar la inclusión de varias posibilidades que pueden apoyar cualquiera de las dos opciones.

La caracterización de Mencken, quizá por tratarse de alguien que existió de verdad, es la más compleja, pues la autora recurre a variada bibliografía sobre el personaje, experiencias personales, citas de algunas de sus frases más conocidas tanto al principio de cada capítulo con dentro de la historia, o mención de un conocido de relato de su amigo James M. Cain, "El Bebé en la Nevera", que es parte trascendental de un desenlace tan previsible como adecuado y coherente.

En resumen, "Infiltrado" es una historia simpática y entretenida, a ratos divertida, un juego de ingenio que se lee con agrado en menos de un par de horas y contiene la esencia de Willis aun siendo una obra en cierto modo "menor".


*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

jueves, 18 de marzo de 2010

Scriptorium, de Ricardo Espín

 Scriptorium
374 páginas


Argumento:

Un monje dominico acude al pueblo de Lezea, como acompañante de un inquisidor, para celebrar un juicio por herejía en el que se acusa falsamente a una mujer que vive en un bosque. Años después, regresará para comprobar que el pasado nunca muere del todo y que los crímenes no quedan impunes... Entretanto, la Peste Negra acecha...

Comentario:
Con un inicio que me ha recordado poderosamente a El Nombre de la Rosa (el monje, en su ancianitud, recordando aventuras pasadas), Scriptorium incluye un cóctel de misterio, historia y folletín que hace su lectura muy entretenida.

La primera parte, donde se nos narra la llegada del monje a un pueblo (Lezea), acompañando a un inquisidor, donde se va a juzgar a la bruja Numabela, acusada injustamente de graves cargos, tiene gran interés, y nos muestra las intrigas, y las verdaderas razones de tales acusaciones, más asentadas en rencillas entre familias, y a motivos económicos. Sin embargo, en cuanto termina el proceso, con su resolución (cuyo desenlace intuímos que tendrá repercusión en el futuro por recordar a ciertos cuentos clásicos), y Siro se encuentra con el Papa, y recibe la encomienda de viajar a Italia y a España, baja la tensión dramática. Para mí, esta parte ha sido un pequeño escollo, pues no solo  los acontecimientos descritos no tienen relación directa con la trama principal, sino que están narrados de una forma menos personal, más desapasionada que el resto. Supongo que el autor ha aprovechado estos incisos para hacer un retrato de las circunstancias históricas de la época, citando al rey Alfonso XI, y sus problemas con el papado por su amorío al margen del matrimonio. Pero a mí, personalmente, me sobran un poco.

Afortunadamente, pasado este tramo de la novela, se retoma la historia principal, con el regreso de Siro al pueblo donde tuvo lugar el juicio de la bruja, años después, y el autor se centra en lo novelesco más tradicional, casi folletinesco, con enredos de amores, misterios, asesinatos, etc, en un entorno tan atractivo como es el de una abadía cercada por la peste negra, y cerrada a cal y canto, donde conviven el asesino y sus víctimas en un ambiente de tensión muy logrado.

El autor se centra más en este punto en la parte de misterio que en la recreación de cómo era la vida en una abadía medieval, cosa que a mí me ha agradado, puesto que la novela histórica me resulta bastante pesada. No obstante, sí que se mencionan algunos detalles sobre el scriptorium.

El juego de identidades sospechadas o intuidas, de rivalidades entre familias, amores prohibidos, manejos de poder, y venganzas, está bastante bien llevado, en este ambiente gótico, con lugares oscuros, sombras que se mueven en pasadizos secretos, y crímenes, mientras en el exterior muere la gente tanto por la Peste como por el hambre, en un escenario que me ha recordado algunas escenas de "Un mundo sin fin" de Ken Follet. Es obvio que por el tema, y la época en la que se desarrolla la novela es inevitable recordar tanto esta obra, como su antecesora, "Los Pilares de la Tierra" (también aquí se habla de la construcción de una iglesia, aunque en muy segundo plano).

La prosa es sencilla y correcta, lo cual facilita la lectura, de esta obra emparentada con la novela de aventuras y misterio en boga en el siglo XIX, pero que bebe de fuentes más antiguas, como las alusiones a Romeo y Julieta e incluso el mito local aragonés de los Amantes de Teruel. Sin embargo, creo que el punto de vista es algo confuso, pues fluctúa entre la primera persona de Siro como narrador, y una cierta tercera (creo yo) cuando se narran acontecimientos que él no pudo ver ni conocer. Queda un poco raro.

El personaje mejor retratado es el monje Siro, cuya personalidad, cercana a la compasión y a la crítica de las decisiones arbitrarias de los poderosos, pese a su obligación de obedecer a sus superiores, hace que nos caiga inmediatamente bien, permitíendonos apreciar una cierta evolución. También me ha gustado, pese a su breve aparición la bruja Numabela. Sin embargo, el resto son algo esquemáticos.

He de confesar que el final, con un mensaje de amor sobre todas las dificultades, enraizado en el propio pensamiento defendido por Siro, me ha gustado mucho. Es un mensaje emotivo y positivo que hace que terminemos la obra con un buen sabor de boca.

En resumen, una novela de apariencia ligera, con algunos tópicos de las novelas de aventuras y de folletín, fácil de leer, con un bajón de ritmo en la parte media, pero un desenlace inesperado (no, no logré adivinar el asesino)  donde remontan la intriga y la tensión, que gustará a los amantes de los misterios ambientados en épocas históricas.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La Elegancia del Erizo, de Muriel Barbery

 La Elegancia del Erizo
Muriel Barbery
Traducción: Isabel González-Gallarza
Seix Barral
367 pp.



Argumento:

La portera del 7 de la Rue Grenelle esconde un secreto, y es que es muy lista, muy leida, y muy intelectual; Paloma, la hija de unos burgueses, también es muy lista, muy leida y muy intelectual. Inevitablemente, van a congeniar estas dos extrañas criaturas...


Comentario:

Lo que más me ha llamado la atención de esta novela no es que tenga un sustrato filosófico tan fuerte, ni que sea tan intelectual y tan "francesa", sino que a pesar de ello haya vendido miles de ejemplares no solo en Europa sino incluso en España. Y es que esta obra tan atípica, tan personal, sería difícil que ningún español no solo la escribiera sino mucho más difícil que la publicara en editoriales como las nuestras, donde lo comercial y la moda priman por encima de cualquier otro valor. Y mucho  más extraordinario, que haya tanta gente que la lea y que ¡le guste!

Todo en la novela es "diferente", desde los personajes hasta la estructura. La autora nos presenta una narración en primera persona realizada por dos personajes, Renée, una portera de visos intelectuales, que trata de ocultar su superioridad, para conservarse en el rol estereotipado que le confiere la sociedad (las porteras no piensan), y Paloma, una niña de doce años, superdotada hasta el extremo de estar ya cansada de todo y desear suicidarse.

En torno a ellas, bulle la fauna humana del inmueble 7 de la rue Grenelle, un lugar que se nos describe como reducto de las clases altas, políticas e intelectuales de París. No imagino esta historia en otro entorno geográfico.

Realmente, si nos basamos únicamente en la trama o anécdota argumental, lo cierto es que pasan muy pocas cosas en la novela. Desde el principio, asistimos a las reflexiones artísticas, filosóficas, humorísticas y de todo tipo (unas más interesantes que otras) por parte de las dos protagonistas, una de la cual lleva un diario. Aunque se trata de personajes distintos, a mí la verdad es que me parecen la misma persona: ambas se consideran a un nivel muy superior al resto de sus convecinos, los analizan, critican y diseccionan; hablan de la belleza, de Marx, de Husselr, de cine, y sobre todo, de lo japonés, que tiene una gran importancia en la novela (las alusiones a los mangas de Taniguchi y al cine de Ozu, por ejemplo). Solo en las páginas finales hay una breve acción, precipitada por la llegada de un vecino japonés (del mismo apellido que el cineasta Ozu) que fascina a todo el edificio, y suscita una especie de romance otoñal, pero en líneas generales, la acción es puramente intelectual.

La prosa es en apariencia sencilla, pero oculta buenas imágenes, juegos de palabras y poesía; algunas frases epigramáticas que tratan de sentar cátedra; y también hay humor e ironía, como en el episodio en el que la portera que con tanto celo trata de encubrir su superioridad y sus tendencias y gustos (como el erizo, feo y espinoso por fuera, pero elegante a fin de cuentas), es descubierta por el japonés gracias a una cita de Ana Karenina que ambos reconocen. ¡Solo en una novela tan intelectual como esta podría ser posible semejante sofisticación!

Se ha dicho que la novela rebosa pedantería y elitismo intelectual; para otras personas, es la demostración de todo lo contrario: que las apariencias engañan, y que debajo de la imagen de un ser aparentemente tosco, de una persona de clase baja, puede haber un cerebro inquieto, inteligente y exquisito, en contraposición con los burgueses vacíos y superficiales, flor y nata de la intelectualidad francesa, que miran con condescendencia a los empleados inferiores, y que son duramente cuestionados por el personaje de Paloma, implacable con su hermana, sus socialistas padres, etc. A mí me parece una novela elistista, pero en este caso la distinción no se refiere ni a la economía ni a las clases sociales, sino a un peculiar estado del ser.

A mí no me ha parecido una lectura fácil por las reflexiones que hace, y por las citas a filósofos e ideológos cuyas ideas no conozco; sin embargo, eso no quiere decir que sea una obra desdeñable. Creo que posee el encanto de lo "francés", de la "grandeur", del debate de ideas, tan desafasado ya en nuestro país, por ejemplo, de lo selecto, que no obstante, se entrega al común del pueblo para que este lo deguste. Es la clase de obra que genera amores incondicionales y odios absolutos, y también, desconcierto en ocasiones, pero nunca indiferencia. Tal vez eso sea una característica del arte.

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viernes, 5 de marzo de 2010

Burlando a la Parca, de Josh Bazell

 Burlando a la parca
Beat the Reaper
Josh Bazell
Traducción de Benito Gómez Ibáñez
Anagrama
320 pp



Argumento:

Un médico, camuflado en el hospital bajo el programa de protección de testigos,  se encuentra por casualidad con un mafioso que lo reconoce. El problema es que si el mafioso muere, y tiene todas las papeletas debido al cáncer que padece, atraerá la atención de la mafia sobre él... Mientras intenta salvar la vida a su paciente, el doctor recuerda cómo entró en el crimen organizado y cómo salió de él...

Comentario:

Aunque por el argumento se podría pensar que se trata de una novela de género policíaco (interviene la mafia, hay una historia de protección de testigos, etc), Burlando a la Parca, según mi opinión, es una novela mainstream de humor, y no de un humor cualquiera, sino negro negrísimo. Se la ha comparado con House y con la serie de TV de los Sopranos, que no he visto. En el caso del famoso doctor televisivo sí que se aprecian algunos paralelismos, sobre todo en la resolución sorprendente de alguno de los casos médicos planteados, apelando a enfermedades raras, a última hora antes de que ocurra la muerte del paciente.

Ciertamente, lo mejor de la historia son los comentarios que hace el personaje  en primera persona sobre la vida de un hospital, los pacientes, las miserias médicas, etc, con un tono claramente crítico y desmitificador, alejado de la idolatría hacia esta profesión que se ve en ciertas series televisivas. También desmitifica la mafia, y relata interesantes historias sobre los negocios menos conocidos y menos "románticos" de estos grupos delincuentes (la basura, etc).

En esta novela el autor hace chistes del cáncer, de amputaciones y de diversas enfermedades, llegando a lo políticamente incorrecto, y superándolo. En general, todo está teñido de un tono macabro, socarrón y sarcástico, con escenas de gran dureza emocional y descriptiva, como una en la que un personaje se extrae el hueso del peroné (que, por cierto, no he podido leer entera, porque me daba muchísima grima), y otra en la que un grupo de tiburones se dan un banquete con una persona mientras otras miran cómo quedan solo los huesos, etc...

A pesar de estas escenas, el humor hace que la lectura resulte rápida y agradable, fácil. La prosa es sencilla, y la mayor parte de la narración son diálogos o bien descripciones muy ligeras y directas, lo cual podría dar la idea o la imagen de que se trata de un relato superficial. Hay mucho ingenio, y más cultura y erudición de la que parece a simple vista, expresada a través de comentarios y citas, referencias literarias y cinematográficas, etc.

Desde el punto de vista de la técnica, la historia relata una trama en el presente, en la que se intercalan diversos flashbacks que nos cuentan el pasado del personaje narrador, un ex mafioso metido a médico (lo cual no deja de ser irónico: un hombre que asesinaba, salvando vidas), y los avatares que lo han llevado a esta situación tan inusual, aderezado todo esto por la irrupción, de tanto en tanto, de notas al pie hilarantes.

Aunque en general la historia fluye bien, hay alguna parte que parece un poco metida con calzador, como es la del viaje del personaje a Polonia, y la visita a Auschwitz, que, sin dejar de ser interesante, por los comentarios sarcásticos y críticos que se hacen de los polacos, y su participación en el exterminio nazi, no parece que tenga mucho que ver en la trama, salvo una tenue relación con el pasado de sus abuelos.

El final es lo más delirante de todo, con escenas algo increíbles, pero que podrían  tener sentido en el contexto de una novela de humor, que amenaza con una segunda parte.

Entretenida propuesta, que no revolucionará las artes literarias, pero que a mí me ha hecho reír varias veces, y también me ha horrorizado otras, lo cual demuestra que no deja indiferente.

Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.