domingo, 26 de diciembre de 2010

Operación Drácula, de Pilar Sánchez Vicente



Operación Drácula
Pilar Sánchez Vicente
Editorial KRK
224 pp


Resumen:

La aparición de varias mujeres rumanas muertas en extrañas circunstancias pone en marcha un operativo policial dirigido por la inspectora Ocaña, que la llevará hasta el país eslavo...

Comentario:

La segunda novela de Pilar Sánchez Vicente que leo, en relación con la anterior, "La diosa contra Roma", supone un auténtico cambio de registro y de tercio genérico (del género histórico al policiaco). Pese a lo que nos indica el título, no se trata de una aventura de terror ni de fantasía, sino que relata hechos por desgracia muy reales, enmarcados en la operación policiaca que intenta desarticular una red rumana de trata de blancas (de ahí el título, una referencia metafórica tanto al país de origen de víctimas y verdugos como al vampirismo, a varios niveles, desde el puramente sanguinario al que lo equipara con el ansia de "sangrar" a otras personas por avaricia).

La narración en tercera persona se cuenta desde la perspectiva de la inspectora Sara, encargada del caso junto con su compañero, con el cual forma una pareja algo peculiar. Ella se aleja un poco del arquetipo de mujer que suele protagonizar estas historias, aunque sin dejar de lado del todo un cierto toque clásico de "rebeldía" y algún que otro secreto y tormento interior, mientras que él es el típico personaje masculino que intenta ligar con todas las compañeras y demuestra su desprecio si no logra sus propósitos. Pilar no puede evitar ponerse de parte de su heroína, y se nota bastante que este personaje está más cuidado y desarrollado, sobre todo en lo tocante a su sexualidad, un detalle importante en la historia. En cuanto a los secundarios, están descritos con gran crudeza, sobre todo los mafiosos, algo tópicos en su maldad sin límites.

Intercalado en el relato de los policías se encuentra el de Ylenia, una chica rumana, que desgrana, también en tercera persona los avatares de su vida en Rumanía, con sus padres, las desgracias que le acontecieron, vinculadas con el régimen de Ceaucescu, su viaje a España, sus vivencias aquí etc, etc... Este personaje, aparte de su relación con la trama, sirve a la autora para introducir información acerca de la historia reciente de Rumanía, lugar en donde se ambienta una parte importante de la novela, y a donde acudió la propia autora para documentarse sobre el terreno. E igualmente para dar voz a un colectivo, los rumanos, estigmatizados en nuestra sociedad ("son todos ladrones", etc, etc), a los que se describe como personas trabajadoras, salvo excepciones.

Si bien el inicio no me encajó bien, cuando empieza la acción la obra mejora mucho y resulta bastante entretenida y ágil. Lo cierto es que al ponerse en marcha el engranaje terrible de las mafias y el intento de los policías por proteger a una testigo amenazada la novela adquiere una gran velocidad y te arrastra casi hasta el final. Yo al menos leí los últimos dos tercios de un tirón. Quizás esta facilidad resida en que se pone el acento más hacia la acción y la crítica social que hacia el misterio y la intriga, puesto que muchas de las cosas se dicen o se intuyen pronto.

El mayor interés de la novela reside en la descripción y denuncia de una lacra como es la de la prostitución, especialmente la que ejercen chicas forzadas por gente sin escrúpulos, cuyas mañas y manejos son prolijamente desarrollados, sin ahorrar a veces alguna escena desagradable y violenta en la que sin embargo la autora no se regodea, por suerte. El componente social de la historia es bastante fuerte; sin embargo, la trama policial, de un corte clásico, y sencilla, se interrelaciona bien con ese otro aspecto.

Entre las cosas que más me han chirriado el hecho de que haya ciertas "casualidades" digamos demasiado casuales, pero eso no elimina el carácter disfrutable de una obra breve, pero que incluye violencia, sexo, venganza, drama familiar... y un buen número de ingredientes atractivos, además de esa denuncia sobre las mafias de prostitución.


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La biblioteca de los muertos, de Glenn Cooper


Editorial: Grijalbo
Traducción: Sergio Lledó
430 páginas
21,90 €
Ebook formato EPUB: 16,99 €

Argumento:

En 2009 el FBI investiga en Nueva York el caso del Juicio Final en alternancia con los extraños sucesos que ocurren en la Abadía de Vectis (Britania) en el año 777 y varias reuniones secretas en 1947 protagonizadas por el ex primer ministro Winston Churchill y el presidente Harry Truman.

Comentario:

En principio "La Biblioteca de los Muertos" podría parecer una novela de lectura "difícil" debido a los distintos escenarios y épocas en los que transcurre, sobre todo porque la acción "salta" de un emplazamiento a otro siguiendo un orden planificado para dosificar la intriga y la revelación de datos. Sin embargo, en cuanto se toma como referencia la fecha de los sucesos actuales (la investigación del caso Juicio Final que lleva a cabo Will Piper, el agente del FBI protagonista de la obra), que comienzan el 21 de mayo de 2009, se sigue con facilidad.

La creación de personajes es inusualmente detallada, tanto en los de la actualidad (Will Piper y Mark Shackleton) como en los de otras épocas (el prior Josephus, la hermana Magdalena o las inquietantes características de Octavus) e incluso las de algunos que aparecen de forma fugaz (varios de los fallecidos), dotándoles tanto de personalidades distintas y de cierta complejidad como de una historia propia que completa y de alguna forma justifica sus comportamientos. Curiosamente, es en las relaciones personales donde menos se recrea: aunque incide en el difícil comienzo profesional entre Piper y su nueva compañera, la agente Nancy Lipinski, apenas muestra la evolución hacía el romance, algo que sí ocurre con la historia de Mark (el otro protagonista principal de la novela) y Kerry.

La documentación (sobre todo en los pasajes de 1947, donde sitúa brevemente en el contexto histórico) y la ambientación (especialmente la de la Abadía de Vectis, con su descripción de lugares y comportamientos de la época, con reminiscencias de "El Nombre de la Rosa", de Umberto Eco) están correctamente integradas en la trama, aunque ocasionalmente pueden ralentizar el avance de la investigación.

A mitad de la novela, el autor asume el riesgo de revelar la "solución" del principal misterio (quizá haya quienes lo deduzcan del título en castellano, muy significativo y diferente al original "El Secreto del Séptimo Hijo"), aunque no se dan todos los detalles hasta casi el final. Aún así el interés se sostiene, con algún altibajo, gracias a la investigación de otras subtramas y a la persecución que ocupa las últimas páginas.

En resumen, una novela caracterizada por una estructura (los saltos temporales) más compleja que la de la mayoría de las que se publican en la actualidad, con atención a los personajes (la minuciosidad con que se los describe consigue que se empatice con ellos) una prosa visual que da la impresión de que el autor ha "vivido" los lugares y situaciones que describe, buena dosificación de misterios y resoluciones, cierta previsibilidad en algunos aspectos (el título, el reparto del protagonismo) y algunos cabos sueltos (no se explica ni justifica adecuadamente todo lo que sucede) y una "sorpresa" final, que da como resultado una lectura entretenida sin más pretensiones.


*** T ***

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jueves, 9 de diciembre de 2010

El año de la Plaga, de Marc Pastor



El año de la Plaga
Marc Pastor
RBA ediciones
384 pp


Argumento:

El trabajador social Victor Negro sufre por el abandono de su chica, además de padecer fuertes dolores de cabeza... Pronto, los ancianos empiezan a suicidarse misteriosamente, mientras en la TV hablan de una amenaza de epidemia de gripe. En este caluroso verano en Barcelona además, se han puesto de moda los eucaliptos... Qué raro que los ancianos muertos tengan todos una macetita con eucaliptos...


Comentario:

En un tiempo en el que las novelas parecen buscar el éxito apuntádose a los temas de moda y sacrificando la calidad literaria, encontramos una novela rara avis como "El Año de la Plaga" de Marc Pastor, que lejos de buscar los caminos comunes y fáciles del gusto "mayoritario" consiste más bien en un ejercicio de nostalgia, una especie de revival de las viejas películas de serie B y no tan B que antaño plasmaban los miedos colectivos de la sociedad.

Lo primero que salta a la vista es la cuidada redacción del autor, que se sale de los cánones de lo que se considera "género" (en este caso terror o ciencia ficción) para trascenderlo con un estilo similar al del mainstream, o quizás con algunas similitudes con el lad-lit de Nick Hornby (el tema de la ex novia, el amor perdido, el análisis de lo que es una relación...). Tanto es así que si no supiéramos que se trata de una obra de ciencia ficción, por el inicio podría casi pensarse que se trata del relato nostálgico de un trabajador social que ha perdido al amor de su vida y se mueve torpemente entre su trabajo y la soledad, solo interrumpida por relaciones o intentos de relaciones nuevas a las que le incitan sus compañeros. 

La prosa es buena, aunque algo sobrecargada con golpes de ingenio, que sin embargo, son su mejor baza, y logran diálogos y párrafos brillantes en bastantes ocasiones. Además, según avanza la historia, están mejor dosificados. Los personajes, por su parte, están bien construidos, y son creíbles, en especial los principales.

Sobre todo en el inicio de la novela no faltan las referencias que nutren la historia y la visión de la vida del personaje protagonista, sobre todo a películas y series de televisión (y algo de música), y a otros elementos de la cultura popular contemporánea, con el peligro que esto supone, ya que si la persona no conoce dichas películas o series, se pierde una buena parte del sentido de tales alusiones, y además, puede que en el futuro nadie recuerde esos hechos coyunturales (las mamachicho, etc). Sin embargo, las personas avisadas podrán disfrutar o valorar mejor las charlas del protagonista sobre George Romero, y su pérdida de frescura en el mundo cinematográfico zombi, que fuera de su valor friki no tienen mucha importancia en la trama. Otras referencias son más conocidas, como las de En busca del arca perdida o las de Star Wars, o las de la serie Friends (aunque yo, particularmente, nunca he visto esta serie). En mi opinión, hay un exceso de referencias más o menos veladas, que a veces lastran un poco el desarrollo de la acción.

Sobre este punto, Marc Pastor no esconde su principal fuente de inspiración, que es la película de "La invasión de los ultracuerpos", en su versión del año 1978, dirigida por Philip Kaufman (hay varias versiones de esta historia, casi todas ellas muy conocidas, aunque esta es la más pesimista), cuyo argumento es retomado, utilizado y reubicado en un ambiente que nos resulta más familiar, como es Barcelona. Hay varias menciones al estupendo actor Donald Sutherland, protagonista de la citada película, que doy por hecho que todo el mundo conoce. 

Como en toda novela de ciencia ficción que aspira a algo más que a contar un mero argumento, ya conocido, por otro lado, el autor explora en esta novela los aspectos más humanos, tanto el relacionado con la soledad tanto del protagonista como de las primeras víctimas de la "plaga", los ancianos, como el aspecto digamos filosófico sobre qué es lo que nos hace humanos (esa pequeña dosis de imperfección y de insatisfacción, incluso de dolor y de miedo). En este punto, me ha parecido muy original el convertir en protagonista de la historia a un trabajador social, y en centrarse en personas que habitualmente no protagonizan este tipo de novelas. Y que sean los mayores, como representantes de la experiencia y de la memoria histórica, los primeros en darse cuenta de los hechos que acontecen. 

El aspecto más inquietante no solo el de la pérdida de la "personalidad", de esa parte "humana", que realmente es un terror primitivo y arraigado en nuestra especie, sino también el hecho de la manipulación de masas, amparada con el recurso del miedo, un tema, por desgracia muy actual, y que hemos visto con toda su crudeza en el tema de la gripe A, y de los oscuros intereses que la movían. En la novela, la población, ya acostumbrada a confiar en el poder, asume los mensajes televisivos con una indiferencia pasmosa y acrítica que da qué pensar... Así pues, puede decirse que el miedo es el leit motiv de la novela, junto con la definición de lo humano y de la "persona" y del "alma", la paranoia de la persecución, de la invasión, del enemigo oculto, de la desconfianza incluso hacia tus seres queridos... lo peor casi que le puede ocurrir a alguien.

El inicio me parece algo más lento, mientras entra el autor en materia y presenta las circunstancias vitales del protagonista, pero una vez comienza la acción, se trata de una persecución bastante ágil, una huida hacia adelante con cada vez menos motivos para la esperanza, que sin embargo, nunca se pierde, y un final emotivo, en el que tiene su participación esa parte de la humanidad menos tenida en cuenta, más marginal, etc. La parte final es la que más me ha gustado por su tono heroico sin dejar de ser humano, con su paralelismo con los campos de exterminio nazis, uno de cuyos supervivientes actúa como nexo entre ambos tiempos.

A diferencia de "La Mala Mujer", obra anterior de este autor, que me pareció estimable, pero no muy cuajada en cuanto a desarrollo de la trama, "El año de la plaga", es una obra más redonda y equilibrada, con un lenguaje propio (también lo tenía en la anterior) plenamente asentado, y un estilo reconocible, en donde sin renunciar a la acción y al terror, se incide en mensajes más interesantes. Quizás el hecho de que se base o inspire en obras cinematográficas tan conocidas aporta una cierta previsibilidad a la historia. Esta previsibilidad es sin duda el mayor handicap de la novela, ya que hay escenas muy similares a las vistas en el cine en películas de esta temática. Solo cambia el mal botánico que origina el conflicto...

Por otro lado, la narración en primera persona, bien utilizada, añade esa necesaria carga de empatía con el protagonista, que hace que funcione el resorte emotivo. Lo que queda bastante claro es que el autor tiene un "mundo" reconocible y coherente, muy personal, como queda también de manifiesto con la inclusión de personajes que podrían relacionarse con otras novelas suyas (Irene Corvo, ¿tal vez pariente del Corvo que protagonizaba "La mala mujer"?; referencias a Mauthausen, campo nazi donde se ambientaba "Montecristo", primera novela publicada del autor, etc).

Entre las mejores escenas, la charla-interrogatorio entre las dos mujeres que "rivalizan" por el protagonista, llena de tensión, dudas e intercambio de roles entre los "buenos" y los "malos", donde se pone de manifiesto la ambigüedad de tales conceptos. También llamativa la del enfrentamiento entre el protagonista y su "doble" fallido. 

Como curiosidad hay una página, la 215 creo recordar, que se repite durante una buena parte de la novela, símbolización del tiempo suspendido, un curioso y original efecto que nunca había visto.

En resumen, una novela-película homenaje-remake de La Invasión de los ultracuerpos, superior a otras novelas de género por su prosa, su mensaje, y la buena descripción de personajes, que nos ayuda a empatizar con su aventura y sus miedos, tan comunes por lo demás, a los de cualquier ser humano.

Cuidado con los eucaliptos... y no es broma...



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lunes, 6 de diciembre de 2010

Invitación a un asesinato, de Carmen Posadas


Invitación a un asesinato, de Carmen Posadas
Editorial: Planeta
356 páginas
21,50 €

Argumento:

Olivia Uriarte aparece muerta durante un viaje en el yate de su ex marido, el Sparkling Cyanide. Aunque se califica como accidente, su hermana Ágata decide asegurarse.

Comentario:

Aunque la historia se divide en tres partes, con títulos sacados de varias novelas de Agatha Christie (Cianuro Espumoso, Diez Negritos y Némesis), en realidad se podría decir que se trata de dos, bien diferenciadas, y no sólo por pasar de tercera a primera persona.

La primera ocuparía hasta que en la página 169, ya en "Diez Negritos", Ágata toma la palabra con el primero de varios toques metaliterarios, el anuncio de que empiezan las notas que ella misma escribe sobre su investigación y que titula "Invitación a un Asesinato. Notas para una novela de Ágata Uriarte".

Estos primeros capítulos pueden resultar una lectura "difícil", debido en parte a una falta de revisión que también afecta al resto de la novela, aunque en menor medida. La redacción, que va presentando a los personajes, a partir de Olivia y su declaración de intenciones y continuando por las personas que invita a su fiesta, oscila entre la tercera persona más habitual y el relato ocasional en presente sin ninguna utilidad aparente, lo que puede producir desconcierto y confusión.

Además, el intento de la autora por retrasar determinadas revelaciones, de distinta relevancia, a veces mínima o absurda, con recursos como hacer que los personajes den demasiadas vueltas a sus pensamientos, repitiendo conceptos unido a que utiliza el mismo esquema para casi todos los capítulos de presentación (quizá excepto el de Cary Faithful, que se muestra como el rodaje de una de sus películas y cómo sigue interpretando en la soledad de su hogar) causa que la lectura se haga en algunos pasajes pesada y repetitiva e incluso se produzca la tentación de abandonarla.

Sin embargo, a partir de la mencionada toma de palabra de Ágata, la novela toma un rumbo más interesante, en el que tienen cabida tanto los homenajes a la obra de Agatha Christie como un breve ejercicio metaliterario o la crítica social al comparar los privilegios de unos personajes y la falta de ellos de otros, la forma en que les afecta y sus consecuencias.

La autora utiliza la obra de Agatha Christie de diversas maneras, entre ellas la división de las distintas etapas de la historia, desde el nombre del yate donde sucede el crimen, tomado de "Cianuro Espumoso" (no parece haber más relación con el argumento de la novela), a la reinterpretación del comienzo de "Diez Negritos", en la que cambia el aviso de asesinato del original por la petición de ser asesinada por parte de Olivia, la motivación del crimen tomada de "Nemésis" (aunque aquí de forma más... generosa) o la utilización de los libros de Christie para dar pistas, tanto a Ágata como a quien conozca las novelas homenajeadas.

Esto conlleva que en el texto se revelen los finales de algunas novelas de Christie, como "El Asesinato de Roger Ackroyd" (en el capítulo "Agujetas" Ágata se compara con el Dr. Sheppard, narrador, como ella, en primera persona), el motivo del crimen en "Némesis" o los dos finales de Rebeca", el de la novela de Daphne du Maurier y el de la película de Alfred Hitchcock, sutilmente diferentes (por las implicaciones morales) y relevantes en la resolución de "Invitación a un Asesinato", lo que puede molestar a quien no conozca los libros citados.

La narración de Ágata consigue además que se empatice con la protagonista en varias facetas: la rivalidad con su hermana Olivia, que la hace sentirse inferior e insegura, su análisis de las personalidades y formas de vida de las personas que entrevista, realizado en un tono escéptico con un toque de humor o la evolución del personaje según avanza en su "investigación" (la muerte se ha calificado como accidente y nadie más la investiga) y se entrega a un romance que apenas se desarrolla.

En resumen, una novela que comienza algo lenta y farragosa, en parte por una falta de revisión que incluye tanto reiteraciones innecesarias como erratas que afectan a la construcción de las frases o algunos nombres (se cita al autor de "Love Story" como Eric Segal en lugar de Erich o a la actriz Margaret Rutherford, intérprete de Miss Marple, como Ruthernford en la página 193), aunque según se avanza en la lectura cobra agilidad e interés gracias a la empatía con la protagonista, los juegos metaliterarios y una investigación (con un desenlace que quizá sea previsible para quienes conozcan las novelas que se mencionan) que la propia Ágata califica como de manual.


*** T ***

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jueves, 2 de diciembre de 2010

Riña de Gatos, de Eduardo Mendoza



Riña de Gatos
Eduardo Mendoza
Editorial Planeta
432 páginas



Argumento:

Un inglés es contratado para venir a España en tiempos previos a la Guerra Civil con el objeto de que certifique la autoría de un cuadro de Velázquez, propiedad de un duque. Cuando llega a Madrid, las cosas se complican...

Comentario:


Normalmente no leo premios literarios y mucho menos el Planeta. Una vez lo intenté con uno y no pude terminarlo. Sin embargo, el renombre del autor premiado este año me animó a vencer el prejuicio.

El que nos ocupa no entra en la categoría de bodrio, por suerte, aunque tampoco es una obra meritoria en ningún sentido. Más bien es una novela plana, sosa y para mí, bastante aburrida. No digo que no tenga su público, pero este no soy yo, definitivamente.

En la contraportada se dice que describe "turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales" y el protagonista. Debo de haber leído otra novela porque no he visto ningún amor turbulento en sus líneas. Más bien algún acercamiento sexual (en elipsis), tan breve y tan poco cargado de emotividad que me resisto a calificarlo como "amor".

También dice la contraportada que los hechos del libro son narrados "con la presencia, muy sutil, de su conocido sentido del humor". Y tan sutil. El humor se cifra en dos puntos: alguna frase enrevesada cargada de palabras inusuales, que ya de por sí resulta humorístico, y escenas de vodevil (gente escondida en armarios escuchando conversaciones, o bajo la cama, huidas por jardines, etc) que a mí particularmente no me han hecho gracia. 

Lo que sí hay son extensas charlas sobre política y descripciones repetidas de cierto cuadro de Velázquez, cuyo tema, "sutilmente" se vincula con el argumento de la novela (bueno, tal vez hubiera sido sutil si lo cita dos veces, pero como son bastantes más...). 

En cuanto al argumento en sí, me ha parecido que tendía en ocasiones a esas novelas de misterios en torno al arte, pero sin misterio, o con uno muy forzado, al que luego le metían un poco de politiqueo o Historia para darle enjundia. De hecho, la falta de interés que me ha suscitado esta obra se basa principalmente en que no encontraba que fuera tan grave ni tan importante lo que iba a hacer el crítico de arte en España. La trama del cuadro es muy breve, y la de la relación del inglés con el duque y su parentela se limita a unas cuantas conversaciones discursivas. El resto son descripciones de la situación política pre bélica en la España del 1936, donde no falta la intervención de los generales golpistas Franco, Mola, Sanjurjo, Queipo... y tampoco la del propio José Antonio (Falange), pintado con una gran amabilidad, casi como un héroe romántico. 

De la prosa, qué puedo decir... Empieza retorcida, arcaizante, con cierta vocación de estilo y voz narrativa, y plena de palabras desusadas, incluso en la boca del inglés protagonista, poseedor de un amplísimo vocabulario español ("—No, por favor, no he dicho tal cosa. Además, sería prepóstero por mi parte: apenas la conozco"), con un cierto abuso de refranes y frases hechas, pero en algunas partes de la mitad empieza a cambiar el tono y el estilo (a más ágil y casi casi bestsellero), y así se pasa fluctuando toda la novela. Sin embargo, y es curioso, los personajes hablan todos igual, ya sean las hijas adolescentes de un duque, el propio duque, o un inglés. La única excepción es una prostituta que sale por ahí como en todo libro español que se precie. Por cierto, en "La ciudad de los prodigios" el estilo era totalmente distinto, con frases secas y cortas, muy poca subordinación. 

Hay bastantes escenas y párrafos que, para mi gusto, sobran, mucha palabrería y mucho dar vueltas para contar las cosas, y también alguna descripción explicativa (sobre todo en lo relativo a la relación del protagonista con su amante inglesa, que pensándolo bien, no pinta mucho en el resto de la trama), que dejan entrever poca revisión en la obra o quizás unas prisas excesivas.

Algo que me ha desagradado bastante es el cambio del tiempo de narración (casi todo el libro narrado en pasado) al presente, sin ninguna justificación aparente, en algunos capítulos. Parece como un recurso gratuito o un intento de dar variedad a una narración algo monótona. 

Los personajes me han resultado bastante vacíos. El inglés no transmite más que apatía; y las hijas del duque actúan de formas poco creíbles para su época y condición.

En resumen, muchas vueltas por Madrid, muchas escenas y charlas vanas, persecuciones por diversos bandos políticos, discursos sobre arte, y poca chicha en realidad. Para interesados en Velázquez, principalmente.

Algunos fragmentos:

Anthony emitió unos confusos sonidos con la esperanza de que fueran tomados por muestras de humildad o de cortesía, porque si bien estaba convencido de haber actuado con rectitud, experimentaba los lacerantes remordimientos del traidor neófito, y por más que la sustanciosa sopa le hacía recuperarse gratamente de su postración, con gusto habría renunciado a ella para salir huyendo del escenario de lo que se le antojaba una cruel mentira. Advirtiendo su desasosiego, intervino una vez más su excelencia el duque de la Igualada


Anthony se alejó del palacete con el paso cansino y el corazón encogido. Si hubiera tenido dinero, habría tomado el primer tren de regreso a Inglaterra. Pero esto era imposible. No sólo seguía impecune, sino indocumentado. Se maldijo mil veces por su estulticia.


(habla la hija adolescente)

—Eso tú no lo sabes, ni yo tampoco. Pero si pasa... y algo terrible pasará, tenlo por seguro, no me quiero morir como las santas del devocionario, con la palma del martirio en una mano y el dedo metido en la boca. No quiero ser una santa, Tony, quiero ser una persona normal, saber lo que es eso. Y si eso es pecado, lo mismo me da. Yo no lo he inventado. ¿Cómo puede ser malo desear lo que me están pidiendo el cuerpo, la razón y el alma? ¿Y cómo voy a ignorar un deseo que siento dentro de mí a toda horas, si encima el padre Rodrigo no me habla de otra cosa que de las tentaciones de la carne?


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