martes, 4 de febrero de 2014

El estanque de la luna, de Abraham Merritt

 El estanque de la luna
The moon pool
Abraham Merritt
Pulp Ediciones
Colección: AELITA Nº 3
Traducción: Ramón Goicoechea Luna
Páginas: 336 



 
Argumento:

Un grupo de científicos y militares atraviesan un portal dimensional en el Pacífico en busca de unos compañeros desaparecidos, secuestrados por un misterioso ente de luz. Llegan a un mundo intraterrestre donde habita una cruel sacerdotisa, líder de una nación de seres rubios y enanos, que tiraniza a las razas morenas "inferiores" y realiza un ritual sangriento con la criatura llamada "El Resplandeciente", una especie de vampiro psíquico que crea legiones de muertos en vida. La sacerdotisa se encapricha de uno de los miembros de la expedición, un irlandés deslenguado, pero él ama a otra mujer del mundo inferior... a la que acompañan ranas antropomorfas de gran bondad...


Comentario:

Curiosa novela, considerada un clásico dentro del género fantástico. Me ha sorprendido sobre todo el argumento, que contiene muchos detalles luego utilizados en novelas posteriores más famosas.

Se dice que este autor ha influido en Lovecraft, sobre todo en la creación de su mitología sobre criaturas sobrenaturales que habitan más allá de "un portal", pero yo incluso he visto paralelismos y semejanzas con otra obra, que no sé si será anterior o posterior, y que es "Ella" de Ridder Haggard. En ambas, se refleja un mundo aparte del nuestro, al que pocos pueden acceder, y regido por una mujer tiránica, caprichosa y cruel, que se enamora de uno de los expedicionarios, aunque este ama a la "buena". En ambos libros, se celebra una especie de juicio en la que el reo es ajusticiado de una forma terrible. Lógicamente, estos argumentos no son originales en sí mismos.

El libro fue publicado en dos partes, que han sido fusionadas en esta edición, cosa que se agradece ya que opino que no se pueden leer por separado. En la primera parte, se hace una descripción del mundo subterráneo, que destaca por su avance tecnológico, y en la segunda parte, de corte más aventurero, se celebra una guerra entre dos facciones. Esta segunda parte, se hace algo más pesada, ya que finalizada la fascinación ante ese mundo, solo quedan escenas de batallas y combates, aunque el autor también se explaya sobre la naturaleza y origen de "El Resplandeciente", quizás la creación más original de la obra, un ente energético que va cobrando más y más fuerza y conciencia hasta desear la conquista del mundo superior.

Lo mejor de la novela, aparte de su indudable fantasía aventurera en el mejor estilo del siglo XIX, con imágenes muy buenas y ocurrencias realmente simpáticas (las mujeres son guapas, pero los hombres son enanos...), es el humor que la salpica y que sí la aleja de otras de temática parecida.

La obra está narrada desde el punto de vista del científico protagonista, Dr. Goodwin, aunque las simpatías se las lleva el americano irlandés, Larry, que actúa de alivio cómico, además de ser héroe de acción, y héroe romántico. Un curiosísimo personaje bastante original por acumular en sí mismo tres roles que suelen ir en personajes diferentes.

La "mala", Yolara, sí es bastante clásica, pariente de las Ayeshas y Antineas, aunque cae simpática: es perversa, seductora, caprichosa, impúdica y descarada, pero con un gran sentido del humor e ironía, y capaz de ir a la guerra con otra mujer por un hombre, una curiosa revisión de la situación habitual.

Merritt la describe así:
"La mujer, aun siendo yo un científico frío y calculador, me cortó el aliento. Jamás había visto una mujer tan sumamente bella como Yolara de la Ciudad de los Enanos... y de una belleza tan peligrosa. Su pelo era del color del maíz más joven y quedaba sujeto por una corona real que reposaba sobre sus blancas cejas; sus grandes ojos eran verdes y podían cambiar al azul más intenso, al púrpura más profundo, al gris o al celeste, en su interior brillaba una traviesa diversión; mas, cuando la oscuridad de la ira los velaba... ¡No resultaban nada divertidos, no! Las gasas de seda que escasamente cubrían su desnudez revelaban que no se preocupaba por ocultar la marfileña delicadeza de su piel, ni la dulce curva de sus hombros y de sus pechos. Pero, a pesar de su asombrosa belleza ¡resultaba un ser siniestro! La crueldad se asomaba a la curva de su boca, en la musicalidad de su voz... aunque no era una crueldad consciente; si no la crueldad inconsciente y terrorífica de la propia naturaleza.
La muchacha de la pared rosada había sido hermosa, sí, pero su belleza había sido algo humano, comprensible. Podías imaginártela fácilmente con un niño en los brazos... pero no podrías imaginarte jamás a esta mujer de esa manera. Sobre su belleza planeaba algo inhumano. Yolara era el eco femenino del Morador, era la sacerdotisa del Morador... ¡Y era de una maldad gloriosa, terrorífica!"


El autor también ha dotado a sus personajes de un lenguaje propio que define su personalidad, algo muy de agradecer. Hay personajes que hablan toscamente, los del mundo subterráneo hablan en un tono pomposo y arcaico, el irlandés, totalmente coloquial y con giros humorísticos.

En cuanto a la tecnología del mundo misterioso, lo más llamativo es la existencia de capas de invisibilidad, estilo Harry Potter, de una pistola que lanza un rayo verde desintegrador (esto vinculado a mitos muy antiguos de la humanidad), vehículos automóviles, etc...

Me ha encantado esta novela, pese a su aire arcaico y decimonónico, o precisamente debido a ello, y sobre todo, me ha gustado ese toque de humor que le pone el autor. Quizás, como defecto se podría señalar un inicio excesivamente alargado y algunas reiteraciones en el retrato de personajes (el noruego habla siempre aludiendo a la mitología nórdica; el irlandés, lo mismo; se nota el gran conocimiento de estos temas que tenía el autor, y que se reflejan también en el argumento)

Leer los primeros capítulos:

El estanque de la luna

Biografía breve del autor y obra:

Abraham Merritt


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