viernes, 30 de mayo de 2014

La mecánica del corazón, Mathias Malzieu

La mecánica del corazón
La mécanique du coeur
Mathias Malzieu
Traductor: Vicenç Tuset
Editorial Debolsillo
174 páginas


Sinopsis:

En el día más frío de la historia, nace Jack, con el corazón congelado. La comadrona que lo trae al mundo le coloca en lugar de la víscera helada un reloj de cuco, que le servirá para vivir mientras no sea víctima de emociones fuertes, en especial del amor.

Comentario:

Más que novela, la obra de Malzieu parece un cuento de hadas con toques góticos, steampunk y neovictorianos, además de romántico en todos los sentidos de la palabra, con una estética que equivale en literatura a películas como Pesadilla Antes de Navidad y similares. Aunque se dice que es un cuento para adultos, y a menudo se tocan temas que podrían entrar en esta definición (sexo, violencia, etc), realmente el tono es muy infantil. Por si eso fuera poco, el exceso poético, con continuas metáforas y comparaciones, una prosa barroca, exagerada y tendente al empalago y el sentimentalismo exacerbado, hacen que resulte un poco difícil de digerir para mentes de una cierta edad. Además, se repiten mucho ciertas expresiones y palabras, dándole a la prosa un aire aún más inmaduro.

Dado que se trata de un cuento, el relato contiene una trama muy simple y poco creíble, con intención de metáfora sobre el sufrimiento del amor y el desamor y los problemas sociales de los que son diferentes.

Se supone que la acción transcurre en Edimburgo y Granada, pero podría ocurrir casi en cualquier lugar, ya que estos entornos están muy genérica y tópicamente descritos. Tampoco los personajes tienen desarrollo quedándose en meras marionetas que actúan de manera irracional. Sorprende que un joven de diez años se enamore hasta tal punto de buscar a lo largo de Europa, años más tarde, a una persona que ha visto una vez. Por si fuera poco, la susodicha persona tiene otro enamorado que hace lo mismo que el prota: seguirla años después. Sin embargo, la descripción y personalidad de Miss Acacia, interés amoroso de ambos, no parecen justificar tanto interés por parte de estos muchachos.

El libro está lleno de anacronismos que no se sabe si son deliberados, producto del descuido o qué. Se cita por ejemplo a Charles Bronson y variados hechos, situaciones y personajes que el protagonista, nacido a finales del XIX es difícil que haya podido conocer (a no ser que sea inmortal y nos narre todo desde el futuro, pero eso no se deja entrever).

Aunque el libro es corto, a veces se me ha hecho largo, sobre todo por la inclusión de episodios cuya relevancia o significado no he comprendido, como el asunto de Jack el Destripador en el tren. A veces, sobre todo llegados a Granada, la acción se estanca;  no vuelve a tomar un poco de brío hasta la irrupción del "antagonista".

Como punto positivo el intento del autor de buscar un estilo propio en una estética habitualmente reservada al cine o lo audiovisual.

A mí me ha parecido algo infantil, pero igual para jóvenes que se inician en la lectura está bien.



Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

sábado, 24 de mayo de 2014

Lo que le falta al tiempo, de Ángela Becerra

Editorial: Planeta
480 páginas
6,95 €

Argumento: 

Mazarine se enamora de Cádiz, un pintor que le dobla la edad del que es aprendiza. La atracción entre ambos afecta a las personas que les rodean. Al mismo tiempo, la joven oculta en su casa un objeto misterioso que interesa a cierto grupo de personas. 

Comentario: 

En algunas novelas se intenta mezclar géneros y acontecimientos para acrecentar el interés de la trama. A veces resulta y otras no. En este caso no. 

Ya de primeras la forma de expresar la personalidad de Mazarine, que se pretende sea la de una joven ingenua, apasionada, sensible y romántica, resulta artificiosa. Que la joven se pasee por todas partes descalza (en invierno), sin importarle enfermar o su obsesiva y poco natural pasión por Cádiz, ese pintor mayor e insoportable, creador de «dualismo impúdico» que se niega a complacerla tanto como a dejarla marchar, la hacen parecen más desequilibrada que otra cosa, sobre todo si se añade la obsesión por el secreto que oculta en su casa y la hace actuar de forma aún más irracional si cabe. 

El comportamiento de Cádiz, que atrae a Mazarine por su incapacidad de pintar pies y que se enamora de ella cuando la ve descalza con una gota de sangre en el pulgar, es tan poco creíble como el de la joven aspirante a pintora.
 
La autora consume cientos de páginas en reiterar una y otra y otra vez la intensa pasión no satisfecha entre los protagonistas (Cádiz pasa de consumar el mutuo deseo), el arte que les une, o el distanciamiento de Sara, la fotógrafa con quien está casado el pintor e inicia una huida sin sentido de un país a otro, al ser incapaz de enfrentarse al hecho de que su marido, esta vez, se ha enamorado de verdad.
 
Por si no hay suficiente con las historias de pasión, la trama mezcla a los cátaros, una especie de secta con supuestos fines artísticos, a un tipo malcarado y misterioso que persigue a Mazarine con una actitud entre la violencia y la adoración y a un anciano bibliotecario que sabe un poco de todo, alternando el romance de la joven y el sexagenario con la aventura de la fotógrafa y el misterio del armario.
 
Pero la cosa no acaba ahí, porque aparece Pascal, un joven psiquiatra que se enamora de Mazarine, y ella se deja querer, cuya identidad está clara desde el primer momento, y sirve para alargar la ya repetitiva historia de amores y desamores que envuelven a los cuatro personajes principales. 

Poco a poco la trama deriva de la obsesión amorosa con sus pequeñas y grandes traiciones hacia la parte misteriosa, muy obvia en cuanto a algunas pretendidas sorpresas, donde se juntan cartas del pasado, persecuciones entre dunas, algo de violencia y revelaciones de pretendida trascendencia. 

Quizá es esta subtrama, demasiado tópica, que acaba siendo principal en la segunda parte la que, por su escasa credibilidad, más perjudica al conjunto. 

Que la historia esté escrita en un estilo casi poético que incluye imágenes de cierta riqueza o centrar la mayor parte de la trama en el artístico Barrio Latino de París, no compensa las continuas reiteraciones de escenas y emociones o la mencionada incapacidad de la autora para crear una trama de misterio dentro de un argumento principal de un romanticismo exacerbado y desmedido que va resultando menos creíble cuanto más se intenta convencer de que se está leyendo el relato de un gran amor. 


*** T *** 


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martes, 20 de mayo de 2014

¿Quién te lo ha contado?, de Marian Keyes

The Other Side of the Story, 2004
Editorial: DeBolsillo
Traducción: Matuca Fernández de Villavicencio
656 páginas
8,95 € 
Ebook: 6,99 €

Argumento: 

Gemma tiene que enfrentarse al abandono de su padre y tener que irse a vivir con su madre cuando aún no está recuperada del abandono de su novio Antón por la que fuera su amiga, Lily, escritora de éxito que se siente culpable por haber «arrebatado» la pareja a su amiga. Jojo es la editora de Lily, que mantiene un romance con su jefe, un hombre casado. Las historias de estas tres mujeres al comienzo de la treintena se entrecuzan en torno al mundillo literario.

Comentario: 

Dividida en tres partes, una para cada protagonista, la novela alterna la primera persona de Gemma y Lily con la tercera empleada en la historia de Jojo. 

En la parte de Gemma, el relato adquiere un tuno surrealista e involuntariamente humorístico (para la protagonista), debido a la forma en que se cuenta, al narrar hechos en esencia dramáticos como que la madre se encierre en casa, coma sólo cereales, esté todo el rato en bata, obligue a su hija a irse a vivir con ella desatendiendo el trabajo y esté pendiente de que el marido llame diciendo que quiere volver, aunque siempre está presente la reflexión sobre la incapacidad de aceptar y superar el abandono. 

Además, Gemma es incapaz de superar que tras romper con su novio, Anton, él se enamorase de su amiga y escritora de éxito Lily, situación por la que les guarda rencor y apenas se percibe de los otros hombres que rondan en su vida, al menos hasta que gracias a otra amiga, Susan, a quien envía emails contando la situación materna y las historias alternativas que se inventa para relativizar su situación.
 
A resaltar, cuando está novelando su vida y la de su madre, cómo relata un suceso concreto en primera persona y cómo lo reescribe en tercera, en un tono distinto. 

La historia de Jojo es la de una editora triunfadora que mantiene una relación con su jefe, un hombre casado, por la que se siente culpable, además de negarse a romper el matrimonio y sentir simpatía por la esposa traicionada. 

Además del romance, Jojo ocupa buena parte de su vida trabajando, con lo que se muestra el funcionamiento de las editoriales, con las apuestas por autores de éxito o la búsqueda de nuevas estrellas, y la autora aprovecha para comentar el menosprecio generalizado a las novelas románticas pese a que suponen más del 50% de la publicación anual en su país. 

Lily, casada con Anton, madre de una niña y escritora de éxito, vive atormentada por el sentimiento de culpa y la necesidad de ser castigada por lo que cree haber hecho a Gemma, a quien teme por pensar que intenta vengarse de ella (con cierta razón). Debido a esta inseguridad, tiene la sensación de merecerse todo lo malo que le sucede y nada de lo bueno, boicoteando su propia felicidad con Anton. 

Poco a poco, alternando a unas y a otras, la novela avanza a la par que sus vidas, y las más de seiscientas páginas que la componen no se hacen pesadas o aburridas en ningún momento, en parte debido a los diálogos, llenos de humor e ingenio, y a las situaciones que se plantean, con las que es fácil identificarse. 

Por el contrario, el impulso es el de continuar leyendo para saber qué más les pasa a Gemma, Jojo y Lily, sin querer llegar al final de sus historias. 


***T***


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jueves, 15 de mayo de 2014

El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa

 El héroe discreto
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
392 páginas

Argumento:

Felicito Yanaqué es un honrado empresario de transportes, que un día, recibe un anónimo donde se le pide dinero a cambio de no atacar su negocio.
Don Ismael, por otro lado, organiza una trama para evitar que sus dos disolutos hijos hundan su empresa y gasten su dinero.

Comentario:

Resulta difícil comentar la obra de todo un premio Nobel por la expectativa que produce el renombre y el pasado del autor. Así que he optado por opinar como si se tratara de un escritor cualquiera...

La última novela de Vargas Llosa podría encuadrarse en el apartado de "obras menores" de su producción.

El argumento es, como el héroe del que trata, discreto, en el sentido de que no llama la atención, ni resulta especialmente complejo o elaborado. Relacionado con esto, la estructura de la novela es simple o lineal, como se le quiera llamar, sin casi irrupción de recursos estilísticos, dejado aparte la forma como tiene Vargas de usar el flashback, insertado en conversaciones del presente sin separaciones. El autor usa esta fórmula varias veces a lo largo de la historia y con diversos personajes.

La prosa tampoco destaca por nada. Es correcta (¡qué menos!), y se lee bien, con fluidez y agilidad, sobre todo porque el peso de la narración está sobre los diálogos más que sobre las descripciones. Abundan los localismos, lo cual le da el necesario sabor y personalidad a este retrato costumbrista de Piura (Perú), que es lo mejor de la novela.

A mi modo de ver, la relación del argumento con el título es muy tibia. La heroicidad de los personajes está muy  "cogida por los pelos", y el argumento es bastante endeble y lo que es peor, previsible. Aunque hay una trama que podríamos calificar de investigación policial, esta no es suficientemente intensa como para considerar la novela como perteneciente al género negro. Tampoco es una obra donde se profundice moral o filosóficamente en las consecuencias de los comportamientos de los personajes. La falta de definición de la historia hace que a menudo se incluyan digresiones o escenas que no tienen nada que ver con las tramas principales, como por ejemplo, las apariciones sobrenaturales narradas por Fonchito, el hijo de Don Rigoberto, amigo de Ismael, que para colmo, generan diálogos sobre religión y otros temas que son caros a Vargas Llosa; o las desvaídas charlas eróticas entre Rigoberto y su esposa. Casi todos los conflictos de las dos tramas tienen que ver con la familia, peleas paternofiliales, amoríos, dinero...

El personaje mejor descrito es Felicito, con sus circunstancias, trabajo, familia, su amistad con una adivina del pueblo, sus visitas a la amante, etc. Se trata de un hombre de clase humilde hecho a sí mismo y trabajador, obligado a casarse muy joven con una mujer a la que no quería por culpa de un embarazo no deseado.

En la segunda historia, es don Rigoberto, un hombre culto que sueña con ir a una idealizada Europa y tiene muchas de las ideas del propio autor, el que lleva el punto de vista de la narración, cuando la acción principal la realiza Ismael, en apariciones muy limitadas. Don Rigoberto y su esposa Lucrecia, según tengo entendido, protagonizaron otras obras de Vargas Llosa (Los cuadernos de don Rigoberto y El Elogio de la Madrastra). así como el sargento Lituma, uno de los policías encargados del caso de las extorsiones y anónimos (Lituma en los Andes). Supongo que por esa razón, tienen papeles tan extensos, en algunos casos sobredimensionados con respecto a su importancia real (ejemplo: Lituma).  También hay personajes sin un rol claro, como la advina a la que Felicito consulta, o el cura con el que habla Fonchito.

En resumen, la obra se lee con cierto interés por la mínima intriga, no aburre, no al menos hasta el final, donde hay unos capítulos anticlimáticos y que se hacen largos, pero tampoco aporta nada, ni a nivel estético ni a nivel de mensaje. Es una novela prescindible, demasiado larga y dispersa y con un argumento cercano al culebrón, centrado en los líos de faldas y los problemas paterno filiales, y una prosa en nada destacable.

Primeras páginas de la obra


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martes, 13 de mayo de 2014

El alcalde de Casterbridge, de Thomas Hardy

The Mayor of Casterbridge, 1886
Traducción: Bernardo Moreno
Editorial: Alba
Colección: Alba Oscura
540 páginas
12€

Argumento:

Un joven y borracho Michael Henchard vende a su mujer. Dieciocho años después, cuando él está bien situado, se reencuentran.

Comentario:

La historia se cuenta como si se tratara de un hecho real que el autor relata a quien lo lee de forma casi personal. El propio Hardy (que publicó la novela en 1886) sitúa la acción al menos cuarenta años antes, como recordando lo sucedido.

Después de los dos primeros capítulos en que se consuma la venta de Susan y la búsqueda de Michael, cuyo arrepentimiento le hace prometer no beber en 21 años:

«-En esta mañana del dieciséis de septiembre, yo, Michael Henchard juro ante Dios aquí, en este lugar sagrado, que no probaré ninguna bebida alcohólica durante los siguientes veintiún años, es decir, los años que llevo vividos. Y esto lo juro ante el libro que hay, delante de mí; y que me quede mudo, ciego y lisiado si quebranto esto juramento.»
Hardy traslada la acción directamente a Casterbridge, donde llegan Susan y su hija Elizabeth-Anne.

Además de Michael y su familia, hay otros personajes de importancia en la historia, como Donald Farfrae y, más adelante, otra parte del pasado de Henchard: Lucetta Le Sueur, o Templeman. Entre estos personajes que rodean al protagonista se desarrolla la historia de sentimientos, pasiones y tragedia que narra la novela.

De alguna forma dividida entre los que tienen secretos (Henchard, Susan, Lucetta) y los «inocentes» (Elizabeth-Anne y Farfrae) a los que hasta cierto punto manipulan buscando ya sea su propia conveniencia o conservar su amor, la historia se centra sobre todo en la historia del Alcalde y su, al parecer, inevitable destino.

Aunque se deduce lo que va a pasar y se adelanta la resolución de los misterios (en parte gracias a las pistas deliberadas del autor), esto no afecta al interés y disfrute de la novela, sostenida en gran medida por la psicología de los personajes.

Una de las principales relaciones de la historia se desarrolla entre Henchard y Farfrae, que hubiera podido ser el hijo que no tuvo, o quizá él mismo, que de amigo pasa a enemigo sin saber cómo, convirtiéndose en una especie de némesis del protagonista sin darse cuenta ni participar en ello y conservando su inocencia y bondad durante toda la novela.

También hay otras relaciones importantes, como las de Elizabeth-Anne tanto con Lucetta como con Farfrae que están muy bien desarrolladas.

De hecho, se muestran las personalidades de los cinco personajes principales, aunque en menor medida el de Farfrae, cuya vida interior es la que se trata en menor profundidad.

Casterbridge (en realidad Dorset, donde el autor escribió la novela y en que se basó para la descripción física de la ciudad y cuyos escenarios aún pueden reconocerse), sus paisajes y lugares, sus habitantes (que «ayudan» a desencadenar la tragedia con una cencerrada de broma), son parte de los personajes de la historia y se unen a los principales.

En momentos cruciales el propio pueblo está presente como parte de la escena: 

«En la parte baja de la ciudad había dos puentes... Existía una marcada diferencia de estatus entre los que frecuentaban el puente próximo, de ladrillo, y los que frecuentaban el puente más alejado, de piedra. Los más plebeyos preferían el primero, adyacente a la ciudad; no les importaba la mirada del ojo público. Sus éxitos no habían sido demasiado grandes, y, aunque pudieran sentirse descorazonados, no veían su fracaso con ninguna sensación de vergüenza.»

«Los ‘misérables’ que frecuentaban el puente más alejado eran de una estofa más distinguida. Entre ellos figuraban ciudadanos en quiebra, hipocondríacos, personas de las que se decía que habían «perdido su situación» por culpa propia o por mala suerte, los fracasados en las profesiones liberales, gente culta pero mal vestida que no sabía cómo librarse de las horas engorrosas entre el desayuno y el almuerzo...»

«De los hombres sorprendidos mirandde aquella manera se podía afirmar que el mundo no los había tratado bien por una u otra razón. Mientras que a los desgraciados del puente más próximo a la ciudad no les importaba que los vieran, y tenían la espalda hacia el parapeto para poder ver así a los transeúntes, los que se acercaban a este otro nunca miraban hacia la calzada ni se volvían al oír pasos, sino que, enfrascados en su mundo, observaban la corriente siempre que se acercaba un extraño, como si algún pez les interesara, aunque hacía ya muchos años que cualquier cosa con escamas había sido presa de pescadores furtivos.»
«A este puente acudía Henchard, como habían acudido otros desafortunados antes que él...»

Esta es, pues, una novela de personajes, de seres humanos contradictorios, ni buenos ni malos, cuyas acciones muchas veces parecen inútiles ante la fuerza de la predestinación y la tragedia.
Alan Bates y Anne Stallybrass



La novela ha sido adaptada a la pantalla varias veces; en forma de mini serie de televisión, en 1978 (con Alan Bates y Anne Stallybrass) y 2003, y hay una película de 2000, "The claim", cuyos personajes se basan en esta obra.

«El Alcalde de Casterbridge» se publicó en 1886, primero por entregas en la revista inglesa «Graphic» y en la norteamericana «Harper's Weekly», y luego en forma de libro, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.

***T***



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lunes, 12 de mayo de 2014

La mirada de los ángeles de Camilla Läckberg

T.O.: Änglamakerskan, 2011
Editorial: Maeva, 2014
Traducción: Carmen Montes
448 páginas
20 €

Argumento:

Ebba y Mårten se instalan en la isla de Valö, en la granja en la que vivió la familia de ella cuando la joven era niña y donde ocurrieron hechos todavía sin resolver.

Comentario:

Reseñar una novela de Camilla Läckberg es fácil y difícil a la vez, y ambas cosas por una sola razón: que se puede decir casi lo mismo de cada una de ellas, dado lo mucho que se parecen tanto en la estructura como en los temas que tratan.

La autora recurre, una vez más, a la narración en dos tiempos, el presente y su investigación y el pasado, que suele estar relacionado o ser el origen de los crímenes actuales, en este caso centrado en contar la historia de varias generaciones de mujeres de una misma familia, logrando crear expectativas, sospechas e incluso alguna sorpresa.

Al igual que en las novelas anteriores, se alternan múltiples puntos de vista, desde Erica, Patrik y quienes les rodean (familia, compañeros de trabajo) hasta las víctimas o los sospechosos, de quienes se relatan pensamientos, opiniones y conversaciones con la intención de crear intriga y expectativa, haciendo que todos tengan algo que ocultar.

También como en otras ocasiones, hay varios personajes que hacen deducciones o reciben información que la autora oculta con más o menos destreza y disimulo, y escasa credibilidad, creando una sensación de «engaño» al no proporcionar toda la información necesaria para poder adelantarse a los protagonistas en la resolución de los diversos misterios que se plantean.

Los temas que trata siguen siendo los habituales: la familia (incluida, sobre todo, la de los protagonistas), la situación de Suecia durante la Segunda Guerra Mundial, el nazismo, la política o la influencia del pasado en el presente, sin que se aporte nada nuevo ni en la forma de contarlo ni en el contenido del «mensaje».

Las vidas privadas de los personajes principales no aportan grandes novedades ni evolucionan de forma sustancial, siendo Anna, la hermana de Erica, la principal perjudicada (como de costumbre) de los cambios que se producen, si bien en esta ocasión el final no es tan impactante como los anteriores, por lo que la espera hasta la lectura de la siguiente novela de Fjällbacka, que será la novena, quizá no se haga tan larga a sus admiradores.

En resumen: «La mirada de los ángeles» es más de lo mismo, hasta el punto de que, en ocasiones puede producir la sensación de que ya se ha leído la novela. Por suerte la redacción ha mejorado, la autora maneja con más destreza las convenciones del género e incluso, en la recta final, se crea cierta intriga e interés por saber quién ha hecho qué y cómo lograrán salvarse, o no, varios de los personajes.

Pasajes de la «La mirada de los ángeles»:

«Pese a que habían transcurrido más de seis meses desde que se les arruinó la vida, seguían sin saber cómo actuar el uno con el otro. Cada noche se acostaban en la cama de matrimonio dándose la espalda, aterrados ante la idea de que un movimiento involuntario desencadenara algo que luego no supieran controlar. Era como si el dolor los colmase hasta el punto de incapacitarlos para abrigar ningún otro sentimiento. Ni amor, ni calidez, ni compasión.
La culpa se interponía entre ellos como un peso del que no hablaban. Habría sido más fácil si hubieran podido analizarla y decidir cuál era su sitio. Sin embargo, se movía libremente de un lado a otro, cambiaba de potencia y de forma y atacaba cada vez desde una nueva posición.»

***

«Acarició los listones con la mano. Nunca antes se había percatado de que la casa tenía alma. Aquella casa adosada de Gotemburgo que ella y Mårten habían comprado cuando aún era prácticamente nueva. Entonces le encantaba que todo estuviera limpio y reluciente, que estuviera impecable. Ahora, en cambio, lo nuevo no era más que un recuerdo de lo que hubo, y corriente apagase la llama al cabo de un rato. También en su ánimo llovía y soplaba el viento. Y las llamas que ella trataba de encender se extinguían implacablemente esta otra casa, con sus desperfectos, encajaba mejor con su estado de ánimo. Se reconocía en aquel tejado con goteras, en la caldera, que a veces no arrancaba sino a golpes, y en el aislamiento defectuoso de las ventanas, donde no podían dejar una vela encendida sin que la con un soplo frío.
Quizá las heridas del alma sanaran allí, en Valö. No tenía recuerdos de aquel lugar, pero era como si la isla y ella se reconocieran.»

***T***

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jueves, 8 de mayo de 2014

El caso Saint-Fiacre, de Georges Simenon

L´affaire Saint-Fiacre, 1932
Editorial: El País
Colección: Serie negra, nº 37
130 páginas

Argumento:

Maigret vuelve a la ciudad donde pasó su infancia para resolver un asesinato que todavía no se ha cometido. Allí descubrirá que nada es como recuerda. 

Comentario:

Si bien al comienzo de la historia Maigret ya está en Saint-Fiacre, el lugar en que nació y vivió su niñez, unos días antes la policía recibió una nota en que se anunciaba un asesinato: 
«Les comunico que se cometerá un crimen en la iglesia de Saint-Fiacre durante la primera misa del día de difuntos.»

Parte del contenido de esta nota se utiliza durante los momentos previos al asesinato como una advertencia ominosa. 

Desde la primera página el autor muestra a un Maigret nostálgico, inmerso en sus recuerdos de infancia como hijo del administrador del castillo, como monaguillo de la iglesia en que se comete el crimen.

Se hospeda en la única fonda del pueblo, la de Marie Tatín, que fuera su amiga de infancia y que no le reconoce. Le sorprende esta falta de reconocimiento pero al tiempo hace todo lo posible por mantener el anonimato, lo que consigue durante parte de la novela.

La presencia en la iglesia de la condesa de Saint-Fiacre, a la que vio por última vez cuando ella tenía unos veinticinco años y él era un crío que la admiraba en la distancia, los desayunos en la rectoría, las vidrieras, el ritual de la misa, todo contribuye a llevarle a su infancia («Desde luego, estaba desengañado con respecto a los seres humanos. Pero le enfurecía que ensuciasen sus recuerdos de infancia. Sobre todo la condesa, que siempre le había parecido noble y hermosa como un personaje de libro de estampas...») y demostrarle que todo ha cambiado.

Cuando acaba la misa, descubre que la condesa está muerta, aparentemente de un ataque al corazón. 

Durante el resto de la breve e intensa novela, Maigret habla con la gente (establece cierta amistad con el pequeño monaguillo con el que se identifica), descubre el arma del crimen (una de las más originales que he leído, incluso en la actualidad), y se deja llevar por las circunstancias. 

Esta es una obra de personajes, en que se habla mucho y se sigue a los diferentes sospechosos durante sus paseos por el pueblo, que también es un personaje, junto al clima («No había sol que deformase las imágenes ni neblina que difuminase los contornos. Cada cosa se recortaba con cruel nitidez: los troncos de los árboles, las hojas secas, las piedras y, sobre todo, los trajes negros de la gente que acudía al cementerio.») y el pasado. 

Curiosamente, no es Maigret quien descubre al asesino en esta historia. Quizá esta demasiado absorto en los recuerdos del pasado, y es uno de los sospechosos quien resuelve el crimen.

En el capítulo titulado «Bajo el signo de Walter Scott», se reúnen en el castillo, con el cuerpo de la condesa en el piso de arriba, Maigret, el hijo de la difunta y el resto de sospechosos, entre los que se incluyen el nuevo administrador y su hijo, el médico o el sacerdote.

Entre este capítulo y el siguiente uno de los personajes crea una atmósfera de misterio, y tensión muy bien llevado («¿Me permiten primero una predicción? Pues ahí va: para mantenernos en la tradición y en el tono de Walter Scott, les anuncio que el asesino de mi madre habrá muerto antes de medianoche.»), incluyendo alguna breve digresión y una situación que perturba al propio Maigret («... se sentía en presencia de una fuerza contra la que nada podía hacerse. Ciertos individuos, en un momento dado de su vida, gozan de una hora de plenitud, una hora durante la cual se sienten en cierto modo por encima del resto de la humanidad, y de sí mismos.»), hasta llegar a un momento cumbre de gran intensidad, incluyendo el disparo de un arma y culminando en la resolución del caso. 

Maigret es consciente de no haber hecho gran cosa, contribuyendo únicamente a aportar alguna prueba para apoyar la identidad del asesino, quizá demasiado influido por la fuerza de su propio pasado, quedándose hasta el momento del entierro de la condesa.

Novela breve, intensa, de personajes, nostálgica, agridulce, resuelta con inteligencia, que se lee con agrado precisamente por todo esto, y que seguramente Simenon escribiría en poco más de una semana, como tenía por costumbre. 

Esta novela ha sido llevada al cine en varias ocasiones, una de ellas en 1959, con Jean Gabin interpretando a  al comisario Maigret. 


     Jean Gabin en Maigret et l’affaire Saint-Fiacre, 1959


***T***


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lunes, 5 de mayo de 2014

Barba Azul, de Amélie Nothomb

 Barba Azul
Barbe Bleu
Amélie Nothomb
Traductor: Sergi Pàmies
Anagrama
144 páginas

 

Sinopsis

Saturnine responde a una anuncio en prensa que solicita persona para compartir un apartamento. El dueño es un aristócrata español, descendiente de Aníbal y otros cartagineses, según él, que encierra un oscuro secreto en un cuarto no menos oscuro cuyo acceso está vedado a las inquilinas...


Comentario


Una nueva novela de la prolífica autora belga Amélie Nothomb y, que, como viene siendo habitual en los títulos de su última producción, confirma su decadencia artística y literaria, pese a lo que dicen las críticas oficiales. A mí, personalmente, me ha parecido muy alejado de sus obras más famosas e impactantes como por ejemplo "Estupor y Temblores".

La escritora suele alternar las obras que tienen por material narrativo su propia vida y las de pura ficción (en las que, por otro lado, también están presentes muchos detalles de su personalidad). "Barba Azul" corresponde al grupo de novelas no autobiográficas, aunque, como se puede observar, su foto figura la portada, como casi siempre, algo cuyo sentido no soy capaz de comprender.

En este caso tenemos dos personajes principales enfrascados en un duelo verbal y psicológico: por un lado, Saturnine, una joven belga que responde a un anuncio de alquiler de apartamento compartido, y, por otro, un noble español, de extraño nombre, al que todos reputan de asesino, pues las ocho mujeres que  anteriormente fueron a vivir a su casa están en paradero desconocido. Teniendo en cuenta este argumento y el título, no hay que ser un genio para entender que se trata de una revisión o versión moderna o interpretación sui generis del personaje de cuento Barba Azul. Dado que ya de partida se nos informa de la naturaleza de fábula de la obra (pese a acontecer en ambientes realistas y reales como la ciudad de París), admitimos que haya que entregarse a la suspensión de la incredulidad más de una vez.

La novela es muy breve, y además, está construida casi íntegramente a partir de diálogos entre ambos personajes, no siempre ingeniosos como cree la autora, y muy a menudo vacíos. El noble español, una auténtica caricatura humorística, siente interés en la Inquisición y muestra unas creencias y comportamientos bastantes arcaicos, y a veces excéntricos, como su curiosa manera de hacer fotos... Pese a su talante amistoso y amable, es la representación de la maldad. Los españoles, históricamente, no son bien considerados en Bélgica.

Se supone que la obra está escrita en clave simbólica (los nombres de los personajes, Saturnine, por ejemplo, y su relación con metales y elementos de la alquimia), con algunos leit motivs como el oro y las transformaciones interiores, el cuarto oscuro para el revelado de fotos, referencias al alquimista Ramón Llull, etc. El cúmulo de imágenes y símbolos convierte la obra en algo críptica. Incluso podría tratar de las relaciones entre desiguales y su sadomasoquismo intrínseco, del poder, etc, pero lo reconozco, no he entendido el mensaje. Si alguien lo ha hecho y sabe de qué va la historia, más allá de la anécdota del argumento y de su muy previsible final, por favor, que lo indique, y no lo digo de broma. Tal vez los críticos tengan razón y sea una de las mejores obras de la autora, pero no he captado su grandeza, ni el alcance de su contenido filosófico.

En resumen, otra obra menor de la autora. Diría que incluso la prosa es más floja que en otras ocasiones, no destaca ni brilla, y es menos mordaz, ingeniosa o lapidaria. Me ha parecido un trabajo rutinario y de mera transición, aunque no sé hacia qué. Poco más se puede contar de una historia tan poco interesante.

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viernes, 2 de mayo de 2014

Regreso a tu piel, de Luz Gabás

Editorial: Planeta
520 páginas
21,50 €
Ebook: 12, 99 €

Argumento:

Brianda se siente rara, deprimida, angustiada. Por recomendación de su madre se va al pueblo, a casa de su tía Isolina, donde los extraños sueños y sensaciones que ha empezado a sufrir se intensifican.

Comentario:

« Regreso a tu piel» es una novela romántica (Brianda y Corso) con mezcla de histórica (los pasajes del siglo XVI) y un toque de intriga tan breve (desde el principio se conocen los hechos básicos de lo que le pasó a Brianda de Lubich) que es casi irrelevante pese a la «investigación» que realiza la protagonista para conocer los detalles de lo sucedido en el pasado (llave que abre un compartimento secreto, páginas de un viejo diario, fallecimiento de un personaje etc).

La novela está redactada de forma correcta, en tercera persona, con una estructura que alterna los capítulos de la Brianda de la actualidad con los de la del siglo XVI, si bien tarda casi un tercio en trasladarse a 1585 y aún más en «arrancar», pues se recrea en exceso en describir tanto la vida de la protagonista (su relación con Esteban, los sueños, los problemas en el trabajo) como los paisajes de Tiles, o Casa Anels, donde viven Isolina y Colau.

Aunque hay bastantes personajes, algunos son tan secundarios que es difícil recordarlos, y el resto (Isolina, Colau, Nati, Johan, Nunilo, Elvira, Marquo, Jayme etc) están ahí para cumplir un cometido concreto en torno a la protagonista. La esposa del Corso actual, sin nombre, sin diálogos, sin presencia (se la nombra un par de veces y se la ve una), ni siquiera es un obstáculo real para la pareja, como tampoco lo es Esteban: si se eliminasen de la obra no cambiaría nada.

Solo Brianda (en el presente y en el pasado) está dotada de cierta complejidad (los miedos y dudas del principio), e incluso ambos Corso parecen estar al servicio del protagonismo femenino, asemejándose a los secundarios en que tienen personalidades y roles tan tópicos como previsibles.

En realidad, se diría que todo, desde personajes a trama, están ahí para que la autora hable de los ahorcamientos de brujas que sucedieron en Laspaúles(Huesca) en 1592, hechos que, según comenta en la nota al final de la novela, fueron los que inspiraron la historia de «Regreso a tu piel».

Que la historia del siglo XVI, bien ambientada, tenga un adecuado tono dramático, y pase algo, por previsible que sea, quizá no compense las carencias de la que transcurre en XXI, lastrada por  un ritmo demasiado pausado, con pocos pasajes relevantes para la cantidad de páginas que ocupan, por conocer desde el comienzo el destino de Brianda (aunque no los detalles) e incluso el motivo de los sueños, porque la trama de «misterio» no es tal o porque el romance, lo más importante en este tipo de obras, está tratado de forma superficial y poco emotiva.



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jueves, 1 de mayo de 2014

Crimen en directo, de Camilla Läckberg

T.O.: Olycksfägeln (2006)
Editorial: Maeva
414 páginas
20 €
Ebook: 6,99 €

Argumento:

Mientras prepara su boda con Erica, Patrik Hedström tiene que enfrentarse a la llegada a Fjällbacka de los participantes de un concurso televisivo, una nueva compañera de trabajo, un asesinato que parecía un accidente, y otro que no lo parece.

Comentario:

Quien haya leído las anteriores aventuras protagonizadas por Erica y Patrik puede tener la sensación de estar leyendo la misma novela. Como en las otras entregas, la autora intercala pasajes en cursiva, centrados en el asesino, a lo largo del texto, además relacionar lo que pasa en el presente con hechos de pasado o mostrar distintos puntos de vista, tanto de los protagonistas como de algunos compañeros de trabajo de él y otros personajes, de quienes se muestran escenas de distinta importancia (a veces ninguna) para la resolución del misterio.

Entre las menos relevantes está la historia «romántica» entre el policía Mellberg y Rose-Marie, previsible desde la primera aparición de ella. Más útil es la parte del reality, sus organizadores y participantes, que la autora aprovecha para hacer cierta crítica social (nada original), sobre todo tras la aparición de la segunda víctima, acerca de la deshumanización y los intereses que subyacen tras este tipo de programas, que muestra una vez más que el ser humano es igual en todas partes.

Las subtramas dedicadas a la vida familiar de los protagonistas siguen los cauces más tópicos, como la «solución» del problema de Anna (hermana de Erica) al final de la novela anterior, o la forma en que se recupera casi milagrosamente tras una conversación «fuera de cámara» con Dan (un ex de Erica que aparecía ya en «La Princesa de Hielo») que le devuelve la energía al punto de organizar los preparativos para la boda de su Erica, cuyo cometido ha degenerado (de forma decepcionante) del protagonismo de la primera entrega a las ocupaciones domésticas en las siguientes.

En cuanto a la trama policiaca, la autora utiliza el mismo esquema algo «tramposo» de entregas anteriores: Patrik intuye que se le pasa algún detalle importante que no recuerda hasta pasada la mitad de la novela o mantiene conversaciones donde le informan de hechos relevantes y no los desvela hasta que lo cree conveniente, con lo que no da toda la información necesaria para que se pueda «investigar» al tiempo que los protagonistas o incluso adelantarse a ellos en la resolución de los crímenes, pese a que cierta información de la contraportada (y no se desvela hasta la página 288) puede centrar la atención en algunos personajes.

Como en anteriores entregas, se esboza una trama relacionada con los protagonistas, en esta ocasión con la familia de Erica, que parece indicar una recuperación de su protagonismo en la siguiente novela.

Cierta dificultad para comprender algunas frases, confusas y desordenadas, quizá debido a la traducción, junto a un esquema demasiadas veces utilizado o la escasa posibilidad de resolver el misterio antes que los protagonistas a no ser que se acierte por casualidad hacen de «Crimen en Directo» una novela entretenida sin más.


Otras novelas de Camilla Läckberg reseñadas en este blog:




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