miércoles, 30 de septiembre de 2015

Fulgor, de Manel Loureiro

Editorial: Planeta, 2015
488 páginas
19,90 €
Ebook: 9,99 €

Argumento:

Tras recuperarse del coma en el que permanecía tras un accidente de tráfico, Casandra empieza a sufrir extrañas visiones. 

Comentario:

Fulgor es una de esas novelas en las que nada destaca de forma especial, pese a los intentos de enganchar por distintos medios, desde la persecución y asesinatos con los que comienza, descritos con una minuciosidad que puede agradar a quienes les gusten este tipo de detalles (hay más escenas similares, aunque la mayor parte de la obra transcurre por cauces menos truculentos, lo cual puede decepcionar a cierto tipo de lectores), hasta los avisos tipo «No sabía que acababa de abrir la puerta a algo muchísimo más aterrador» o los largos capítulos en los que parece que Casandra está a punto de ser descubierta haciendo algo inconveniente (la charla con Logan en El Trastero o la incursión en los grandes almacenes), aunque la intriga es más acerca de cómo logrará salir del paso que si logrará hacerlo (es evidente que sí cuando queda tanto para acabar la novela).

Quizá la característica que mejor define esta novela sea su previsibilidad: sigue los cauces habituales del género, incluidas ciertas «sorpresas» que no lo son tanto, las mencionadas escenas de violencia explícita, largas secuencias de «acción» y poco más.

Fulgor tampoco destaca por unos personajes que, a excepción de Casandra, Logan y, en menor grado, Daniel, son meros comparsas al servicio de la narración. Incluso la protagonista y el dilema con el que se publicita la novela («En Fulgor Manel Loureiro plantea un apasionante reto al lector: ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para salvar a los tuyos? ¿Qué sacrificarías de verdad? ¿Dónde están tus límites?») son convencionales. Ella actúa como haría cualquier protagonista, y las trabas morales que se plantea en algún momento las solventa con rapidez y decisión, sin atormentarse demasiado.

En lo formal no hay grandes alardes: redacción lineal durante casi toda la novela, uso de términos habituales para describir los momentos más dramáticos, con preferencia por palabras como extraño o imposible  («... Roberto entraba haciendo una contorsión imposible», «… se abombó durante un segundo de una manera imposible», « Su hijo señaló una pila de libros imposiblemente grande…», o el ya clásico ángulo imposible: « Por debajo de la sábana asomaba la bota de un hombre retorcida en un ángulo imposible») cuando si ocurre es posible, e incluso hay alguna ocasión donde se emplea un término más adecuado (…«con el cuello torcido en una posición antinatural…»).


Por cierto, es curioso que Casandra se sorprenda cuando cierto personaje resulta no ser lo que creía, dado que está presente en una escena anterior, en la que ella puede ver el aura de quienes la rodean… 

En resumen, Fulgor es una novela de género (thriller/fantasía/terror) muy similar a cualquier otra, con una factura correcta, entretenida, deudora de la obra de Stephen King, que se diría escrita para gustar a un público anglosajón.

***T***

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viernes, 25 de septiembre de 2015

Mi karma y yo, de Marian Keyes

T.O.: The Woman who Stole My Life, 2014
Editorial: Plaza & Janés
Traducción: Matuca Fernández de Villavicencio
520 páginas
19,90 €
Ebook: 9,90 €

Argumento:

Stella Sweeney trata de escribir un libro al tiempo que rememora los acontecimientos que la han llevado a ese momento y lugar.

Comentario:

Uno de los alicientes de Mi karma y yo es la capacidad de la autora para crear intriga e interés sobre lo sucedido a su protagonista, Stella, hasta llegar a una situación de crisis personal en la que intenta rehacer su vida con bastantes dificultades y escaso éxito (hijos insatisfechos, ex marido decidido a llevar a cabo un «proyecto artístico» al que ha bautizado Proyecto Karma, o un nuevo libro que se resiste a ser escrito).

Tras un inicio que en el que Stella da su opinión sobre el karma («
Quiero dejar clara una cosa —no importa lo que hayas oído por ahí, y estoy segura de que has oído de todo—: yo no niego la existencia del Karma. Puede que exista y puede que no. ¿Cómo voy a saberlo? Lo único que estoy haciendo es dar mi versión de los hechos».),  comienza una serie de declaraciones en las que detalla tanto el día como la hora en el que las piensa o dice, dirigidas a una persona no identificada (quien lee la novela) en las que comenta su situación actual y cómo ha llegado a ella.

La narración, siempre en primera persona, alterna el presente para relatar el aquí y ahora y el pasado para contar los hechos precedentes, además de incluir algunas de las frases que componen su libro de autoayuda, Guiño a guiño, «escrito» (guiñado) durante su enfermedad, y mantiene esa estructura durante más o menos la mitad de la historia (a partir de la publicación), donde se vuelve más lineal y menos «intrigante», sin llegar a perder en ningún momento el interés por lo que le ha sucedido a Stella en los últimos cuatro años.

En la primera parte de la obra, destaca toda la estancia de la protagonista en el hospital, enterrada viva en su propio cuerpo, víctima del síndrome de Guillain-Barré: el miedo a no poder volver a moverse ni comunicarse, cómo aprende a «hablar» mediante guiños o la relación que establece con su médico, Mannix Taylor. La segunda mitad, dedicada en su mayoría a la estancia de la familia en Estados Unidos, muestra el mundillo editorial, giras promocionales, reuniones con editores etc, además de presentar a algún nuevo personaje que tiene su importancia, sobre todo en relación al título original de la novela.

Si el título de la versión española, Mi karma y yo, tiene relación con parte de la novela (esa explicación del comienzo, o el mencionado proyecto del ex, Ryan), también el título original, The Woman who Stole My Life (la mujer que robó mi vida), se relaciona con buena parte de la historia, desde la insensible declaración de Ryan («Soy yo quien tendría que haberse hecho famoso. Era mi destino, no el tuyo. ¡Tú eres la mujer que me robó mi vida.») hasta otra más profunda, relacionada con alguien que aparece en la vida de Stella.

En cuanto a los personajes, destaca la protagonista, con sus miedos y contradicciones, valentía y humor. Y, junto a ella, en positivo, el adorable Mannix Taylor, neurólogo y salvador de Stella. Entre la multitud de secundarios ha de mencionarse al ex y los hijos, Betsy y Jeffrey. Del resto, algunos parecen mero relleno (hay varias escenas irrelevantes con la hermana y progenitores), otros (Gilda) tienen un papel previsible y hasta cierto punto innecesario, e incluso alguno (Roland, hermano de Mannix), cuyas intervenciones se hacen demasiado breves, si bien todos responden al perfil habitual en las novelas de la autora: excéntricos y muy creíbles.

Si bien la primera parte de la novela funciona muy bien por la habilidad de la autora para dosificar la información, la segunda parece ralentizarse, recrearse en ese mundillo literario, y el desenlace resulta un tanto precipitado, incluso facilón, más propio de una novela romántica que de una historia que parece plantearse, de alguna manera, como un viaje inicíatico.

En resumen: Mi karma y yo es una novela divertida, profunda, optimista, intrigante, romántica, cuyas más de quinientas páginas se leen sin esfuerzo, con interés, aunque quizá le falta una conclusión que de sentido a todo lo vivido por Stella.

Otras novelas de Marian Keyes reseñadas en este blog:


***T***

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lunes, 21 de septiembre de 2015

Persona (Los rostros de Victoria Bergman 1), de Erik Axl Sund

Persona (Los rostros de Victoria Bergman 1)
Kråkflickan
Erik Axl Sund
Traductor: Joan Riambau Moller
408 páginas
Reservoir Books


Argumento:

En la aparentemente tranquila Suecia aparecen jóvenes torturados y emasculados. La policía Kihlberg y la psicóloga Zetterlundespecializada en abusos de menores, colaborarán para encontrar el culpable. 


Comentario:


Otra novela "nórdica" (en este caso sueca) que no olvida las referencias de su propia cultura, desde el propio título (alusiones al cineasta Bergman y a sus obras psicológicas y existenciales, aunque esté a años luz en profundidad de "Persona", la película, que también trata de la identidad), y en el interior, con su clarísima inspiración en las obras de Stieg Larsson (incluso hay una mención literal del autor en la escena en la que las dos protagonistas comentan los libros de la biblioteca de una de ellas). 

Aunque en las clasificaciones viene como novela negra, lo cierto es que se centra mucho más en la vida de las dos protagonistas principales (la policía y la psicóloga)  que en los casos presentados. En consecuencia, a veces queda la impresión de que la policía realiza una no-investigación y la psicóloga una no-terapia (solo la vemos escuchando cintas grabadas de sesiones de pacientes).

Construida casi toda a base de flashbacks larguísimos y algunos bastante tediosos (los que muestran a la psicóloga con su ex) y capítulos irritantemente cortos a veces, un lenguaje muy simplón, frases cortas y regodeo en lo truculento, la novela no transmite (al menos a mí) ni un ápice de inquietud o desasosiego por los hechos revelados, casi todos vinculados al sexo violento (violaciones todo el rato, abusos a menores, pederastia, redes de compraventa de niños, más violaciones, torturas, castración, etc). Todo es demasiado frío y simple en su exposición. Y lo que es peor, repite tanto la descripción de vejaciones que llega un momento en que dices "ah, una más". Las aberraciones dejan de tener efecto por pura acumulación. Además, el hecho de que muchas de estas desgracias le ocurran a la misma persona (nunca mejor dicho) hace que se roce (o directamente se traspase más de una vez) el límite de lo creíble.

Como ya canta el título o subtítulo, la novela juega con las personalidades múltiples, lo cual le da a los autores una coartada o excusa para que su personaje pueda cometer las mayores burradas sin culpabilizarlo, incluso yo diría que disculpándolo o dándole la razón. En esto me ha recordado a Lisbeth Salander, creación del difunto Larsson, en la que me da la impresión que se inspiran los autores, salvando ciertas distancias (empatizabas mucho más con Salander, claro, y era mil veces mejor personaje). La policía es un personaje plano sin el menor interés y sin el menor talento para lo suyo, y no voy a decir por qué, ya que sería espoiler... Y la otra es una psicóloga malísima...

Los supuestos giros sorprendentes no lo son tanto, pues se ve venir todo. Lo que es sorprendente es la cascada de crímenes adjudicados a una misma mano y lo rocambolesco y casi grotesco del final. Y que la policía sea tan tonta. Y que interroguen a los testigos por teléfono cuando conviene...

Entre la situaciones más absurdas, el súbito enamoramiento de la policía y la psicóloga, que en un día son uña y carne.

No puede decirse que esta obra vaya a pasar a los anales de la literatura, pero supongo que a los fans de la novela sueca (aquí tienen un buen muestrario de nombres de calles y lugares, pero sin descripción alguna, como les gusta) estarán encantados con ella. Así como aquellos que sientan predilección por los hechos truculentos, tan exagerados que dejan de tener valor como crítica social o como mero texto literario. Encima es la primera parte de una trilogía.


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lunes, 14 de septiembre de 2015

Puerto Escondido, de María Oruña

Puerto Escondido
María Oruña
432 Páginas
Editorial Destino


Argumento:

Un inglés español regresa a Cantabria para abrir un hotel en una casa de su propiedad, pero todo se complica cuando, entre los muros de la obra, aparece un bebé emparedado. Ni qué decir tiene que eso oculta un misterio del pasado. De pronto, en el apacible pueblecito de Suances empieza a aumentar la mortalidad entre la población anciana...


Comentario:

Lo primero que tengo que decir es que este género literario no es mi favorito. Cuando empecé a leer la novela pensaba que sería más "mainstream", pero en realidad, es un policial puro y duro con un toque de culebrón e historia familiar de secretos muy en la línea de lo que está de moda en best sellers actualmente. Eso quiere decir que hay numerosas escenas (para mí aburridas) de policías, forenses y jueces hablando de lo suyo, con mención a técnicas de investigación, procedimientos, etc. Eso sí, no se le puede quitar mérito a la autora. Se ve que ha buscado mucha documentación sobre el tema, aunque a veces lo exponga con cierto tonillo didáctico.

La novela se desarrolla en dos tiempos distintos, uno la actualidad, otro, los días de la guerra civil española y la posguerra. Como ya se puede uno imaginar, la historia del pasado es la que explica la del presente y se nos va narrando a modo de "diario" (falso diario, porque estos no son así en absoluto, pero bueno, perdonamos el artificio), por un misterioso personaje que se adivina sobre la mitad. El autor del diario parece conocer todo, no solo lo que le atañe a él, y nos incluye datos sobre el desarrollo histórico y ¡hasta diálogos! De vez en cuando, apela al lector (en segunda persona), lo cual crea una sensación de extrañeza. Si es un diario (entiendo que empezado a escribir en el tiempo en el que transcurren los hechos), ¿ya lo redacta sabiendo que lo van a leer otros o para que lo lean? Si lo escribe en el presente para dejar constancia de los hechos, ¿por qué lo llama diario, no serían más bien unas "memorias"?

La parte del pasado revela una historia llena de tópicos sobre la dura vida de posguerra, sobre todo para las mujeres. No falta de nada: maquis que se tiran al monte, sirvientas liadas con los señoritos, amores adolescentes clandestinos, crímenes, casualidades imposibles (lo del acantilado y el asesinado, demencial), deseo de escapar del hambre y la pobreza... Todo ello contado con un estilo que varía entre el intento poético, el melodrama, y la prosa plana e informativa.

La línea de acción del presente nos mezcla la investigación policial sobre el bebé encontrado y otros muertos llevada a cabo por la teniente Redondo (¿Homenaje a Dolores Redondo?) en los pueblos de Suances y alrededores, con las tribulaciones de Oliver, un inglés español cuya participación casi siempre se limita a ser interés romántico de la primera. Como sucede en muchas novelas de este tipo, localizadas en idílicos pueblecitos y bonitos paisajes, la autora no nos ahorra descripciones detalladas con ánimo de "folleto turístico", que añaden páginas a la obra. Comillas, Suances, Santillana del Mar... solo falta meter "el hombre pez" de Liérganes.

Hay que reconocer que la obra está bien construida en lo técnico, algo sorprendente en una autora primeriza. Las investigaciones policiales parecen bastante bien llevadas, con rigor narrativo, así como el enlace entre las diversas tramas, lo cual es muy meritorio. La trama amorosa, por previsible que sea, es discreta y contenida. En general, los ingredientes están bien medidos y utilizados. Sin embargo, una vez se resuelve el caso y conocemos lo que pasó, la historia parece muy poco creíble y rocambolesca, casi delirante (en todos los sentidos de la palabra). La identidad del asesino y su tópica confesión final donde se jacta de lo hecho y explica con lujo de detalles lo que hizo y cómo, así como las justificaciones para sus crímenes, me han parecido un tanto "extrañas". La autora, bien es cierto, apoya la delirante conclusión con teorías psiquiátricas y policiales, incluso aludiendo a casos reales (al final), pero a mí me sigue chirriando.

La prosa es correcta, con frases más elaboradas que la media, y con algún ramalazo poético. La lectura es muy ágil, pese al número de páginas y a la abundancia de párrafos descriptivos. Parece bien editado el libro en lo técnico y con cierto rigor en cuanto a los modos de actuación de la policía (aunque para mi gusto hay demasiados policías). Se nota en algunas partes que la propia autora detecta inverosimilitudes y trata de corregirlas con una justificación más o menos inteligente (la razón de que Oliver colabore con ellos, etc). Eso demuestra que ha pensado bastante sobre la trama y que es perfeccionista.

En cuanto a los personajes, no me ha parecido atractivo ninguno. La teniente es algo plana, así como Oliver, aunque tenga algún pequeño toque humorístico. El problema es que la autora tiene claro cómo son sus personajes pero no nos los "muestra" en acción, sino que nos los describe: fulanita era amante del orden y de tal y cual, etc. Eso hace que no llegue tanto al lector. Parece que la historia tendrá continuidad ya que el inglés también tiene "secretos" familiares que involucran a un hermano perdido.

En resumen, una obra bien construida técnicamente, rigurosa con el tema que trata, aunque la historia para mi gusto sea tópica y, en algunos aspectos, muy descabellada. Gustará más a los amantes de la novela negra mezclada con las tramas de historias del pasado que al final implican a todos los protagonistas...

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